La salud mental de los niños de Mosul empeora por culpa del conflicto

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  • El 85% de los niños ha sufrido la violencia o ha sido testigo de cómo la sufrían otros niños.
  • 9 de cada 10 niños han perdido a algún familiar a causa de la violencia
  • Todos los niños mostraron signos de “estrés tóxico”, la “forma más peligrosa de reacción al estrés”, y la mayoría sufre pesadillas constantes.
  • Si (el ISIS) nos encontraba en la calle en el momento de la oración nos pegaban, también solían decapitar o dar latigazos en la calle de vez en cuando. Solían colgar cadáveres durante días en las calles”, Jad, 13 años.

Madrid, 5 de julio de 2017. La salud mental de los niños en Mosul ha empeorado de forma alarmante como consecuencia del conflicto armado y los años que llevan viviendo bajo la presencia del ISIS, según los resultados de una encuesta realizada por Save the Children.

Los expertos en salud mental alertan de que los niños están profundamente marcados por los recuerdos de la violencia extrema que viven constantemente y que les hace temer por sus vidas cada día. Estos son incapaces de mostrar ningún tipo de emoción y se despiertan asustados de madrugada por las pesadillas.

En esta encuesta, la mayor que se ha realizado hasta la fecha sobre el impacto del conflicto iraquí en la salud mental infantil, han participado 65 niños de un campo de desplazados al sur de Mosul.

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A largo plazo y con la ayuda adecuada, la mayoría de estos menores serían capaces de reconstruir sus vidas. Sin embargo, Save the Children advierte de que, si no hay ayudas urgentes para su apoyo psicológico, los niños de Mosul podrían sufrir daños mentales y físicos permanentes.

La pérdida de un ser querido es la mayor causa de angustia para ellos. Debido al conflicto el 90% de los niños del estudio tiene al menos un familiar que ha fallecido, del que se ha visto separado durante la huida o que ha sido secuestrado. Muchos de estos menores explican a Save the Children que han sido testigos del asesinato de familiares, que han visto cadáveres y sangre en las calles y que las bombas han destruidos sus casas. Otros cuentan historias de seres queridos que han muerto por disparos de francotiradores, minas terrestres o armas explosivas.

La mayoría de los niños – el 78% de las niñas – dice que tienen pesadillas o que no pueden dormir. Las imágenes mentales de experiencias traumáticas y sus consecuentes pesadillas parecen tan reales que los niños se sienten perseguidos por ellas durante todo el día.

Además, estos niños han tenido dificultades a la hora de entender las instrucciones de la encuesta y la mayoría ha mostrado un comportamiento “mecánico”, siendo incapaces de jugar o mostrar emociones.

A la hora de expresarse la mayoría de los participantes han hablado de la constante amenaza del ISIS y de los familiares asesinados o encarcelados por ir en contra de sus reglas. Algunos cuentan que siguen aterrorizados por si el ISIS vuelve a atacarlos, incluso viviendo en la relativa seguridad de los campos en los que se encuentran.

En uno de los juegos realizados del estudio, Save the Children ha pedido a los niños que pusiesen algo que no quieren o no les gusta en una bolsa “mágica”, podía ser un objeto o un aspecto de sí mismos. Casi todos eligieron: guerra, armas, tristeza e ISIS. Cuando se les ha pedido que sacaran algo que les hicieses sentir mejor de esa “bolsa” han tenido dificultades para contestar. De los que lo hicieron, la mayoría eligió “felicidad”.

“Sorprende cómo se han convertido en niños introvertidos y retraídos. Rara vez sonríen. Es como si hubiesen perdido la capacidad de ser niños. Cuando les hemos preguntado qué les gustaba de ellos mismos, han dicho cosas como: “estoy tranquilo”, “me quedo en un lugar seguro” u “obedezco órdenes”, explica la doctora Marcia Brophy, portavoz de Save the Children en Oriente Medio. “El tiempo que han vivido bajo el ISIS y el hecho de haber escapado de la muerte les ha hecho un daño terrible. Estos niños no se van a curar en semanas, ni siquiera en meses. Necesitarán ayuda durante los próximos años”, alerta.

El apoyo de los padres y la familia es vital para ayudar a los niños a sobrellevar el estrés extremo. Sin embargo, muchos padres están psicológicamente muy afectados por el conflicto y son incapaces de brindar consuelo a sus hijos. Los niveles de violencia doméstica han aumentado en los campos de desplazados. El 85% de los niños dice que han sido golpeados o han visto a otros recibir golpes, algo que les provoca mucha ira y tristeza.

Expertos de Save the Children afirman que la exposición a niveles extremos de violencia está causando a todos los niños entrevistados signos claros de “estrés tóxico”, que se define como la “forma más peligrosa de reacción al estrés".  Si estos niños no reciben tratamiento, el daño cerebral causado por este puede tener un grave impacto para toda la vida en su salud mental y física, lo que aumenta la posibilidad de padecer enfermedades cardiacas, depresión, ansiedad, diabetes y abuso de sustancias.

Sobre Save the Children

Save the Children es la organización independiente líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Trabaja en más de 120 países salvando vidas, proporcionando seguridad y protección a los niños y las niñas y defendiendo sus derechos en el marco de la Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas.

En España trabaja desde hace más de 20 años con programas de atención a los niños y niñas más vulnerables, centrados en la infancia en riesgo de pobreza o exclusión social. A través de sus programas en España, proporcionan una atención integral a los niños, niñas y sus familias para que la situación económica o de exclusión social en la que viven los niños no les impida disfrutar plenamente de sus derechos y puedan alcanzar el máximo de sus capacidades.