La violencia de hoy en Gaza eleva a un millar el número de heridos y muertos menores de edad

El número de víctimas menores de edad en Gaza desde que comenzaron las protestas hace más de seis semanas asciende ya a un millar, debido al aumento de muertos y heridos que se ha producido hoy, uno de los días más violentos desde que comenzaron los disturbios. Al menos cinco menores han sido asesinados hoy, entre ellos un chico de 14 años, que se convierte en una de las víctimas más jóvenes desde que comenzaron las protestas hace más de seis semanas.  Estas cinco víctimas se suman a otros siete menores que han muerto en los últimos días.

Hasta ahora, al menos 600 niños han sido hospitalizados, según datos del Ministerio de Salud palestino en Gaza. Según los informes, el número total de heridos ha superado los 10.000, y alrededor del 50 por ciento han requerido hospitalización. El gran volumen de heridos ha dejado al personal sanitario desbordado y a muchas familias al borde de la quiebra. Con la previsión de que mañana martes se produzca un nuevo episodio de violencia y la posibilidad de que el conflicto se extienda a Jerusalén y Cisjordania todavía más niños pueden estar expuestos a un mayor peligro. "La situación en Gaza se está deteriorando rápidamente y estamos muy preocupados por el impacto físico y psicológico que está teniendo la violencia actual en los niños y las familias", afirma Jennifer Moorehead, Directora de Save the Children para el Territorio Palestino Ocupado.  Según el Ministerio de Salud en Gaza, hay decenas de casos de niños que sufren lesiones extremas, como la amputación de las extremidades o los huesos hechos pedazos por la metralla. Algunos han sido golpeados en el torso, la cara, el cuello y la cabeza.

"Las familias ya están sufriendo las consecuencias de un bloqueo de 10 años y tres conflictos de gran escala. Los niños con heridas más graves y que están más angustiados solo pueden recibir apoyo médico limitado. Es realmente desgarrador. Los padres de los heridos nos dicen que no saben cómo mantener a sus hijos, mientras que los niños nos cuentan que la violencia los hace sentir desesperanzados, inseguros y atemorizados. Un niño de 14 años que resultó gravemente herido en ambas piernas nos contó que se volvió loco después de enterarse de que no podría caminar durante dos años debido a su lesión ", relata Moorehead. Además, al menos 600 niños requieren apoyo psicosocial, una cifra que aumenta después de cada ola de protestas. Un análisis llevado a cabo la semana pasada por Save the Children y el Centro de Desarrollo MAAN (una ong local) descubrió que de 500 niños heridos, la mitad lo habían sido por munición real.

La UE, el Secretario General de la ONU, agencias de ayuda humanitaria y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos han expresado su preocupación por el uso excesivo de la fuerza como respuesta, y el Secretario General de la ONU ha pedido que se lleve a cabo una investigación independiente. "Instamos encarecidamente a todas las partes a que mantengan la paz, y hacemos un llamamiento para que aborden las causas a largo plazo de este conflicto y promuevan la dignidad y la seguridad de los israelíes y los palestinos", señala desde Save the Children Jennifer Moorehead.   "En línea con el derecho internacional humanitario y los derechos humanos, estamos pidiendo el fin del bloqueo a Gaza: levantarlo será esencial para lograr cualquier solución sostenible y establecer una paz duradera. En un momento en que las necesidades de las familias están aumentando, la comunidad internacional debe hacer más para ayudar a estas familias. Sin embargo, el financiamiento por parte de los donantes internacionales es más bajo ahora que nunca", agrega Moorhead.

El estancado proceso de reconciliación entre la Autoridad Palestina que gobierna en Cisjordania y la autoridad de facto en Gaza han profundizado aún más la angustia económica y social de los niños y sus familias en Gaza, con cortes de electricidad en toda la franja y recorte de sueldos de miles de empleados de la Autoridad Palestina. Una reducción general de la ayuda de los donantes internacionales y los recortes pendientes en el presupuesto de  la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) han agravado los problemas de la población.