Los niños y niñas mueren de hambre a la vista del mundo entero mientras se confirma la hambruna en Gaza

Londres/Ginebra, 22 de agosto de 2025. Al menos 132.000 niños y niñas menores de cinco años en Gaza están en riesgo de morir por malnutrición aguda, según los nuevos datos que confirman la existencia de hambruna en la gobernación de Gaza –situada en la zona centro y norte de la Franja– y alertan de que es probable que se extienda en las próximas semanas, asegura Save the Children.

La categorización de hambruna se produce mientras la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (IPC) también informa de que más de medio millón de personas en Gaza, aproximadamente la mitad de ellas niños y niñas, enfrentan hambre catastrófica, el peor escenario posible (Fase 5 del IPC).

Es la primera vez que se confirma oficialmente una hambruna en la región de Oriente Medio.

Según los últimos datos, se prevé que la malnutrición aguda empeore rápidamente, y el número de niños y niñas menores de cinco años en riesgo de muerte entre ahora y junio de 2026 se haya duplicado desde mayo.

A medida que se intensifica la ofensiva militar de Israel en el norte de Gaza, cientos de miles de personas serán desplazadas forzosamente hacia el sur, incluyendo a Deir Al-Balah y Jan Yunis, donde se espera que la hambruna sea clasificada oficialmente a finales de septiembre.

La directora ejecutiva de Save the Children International, Inger Ashing, ha declarado:

“El mundo ha estado observando cómo los niños y niñas sufren lo impensable durante casi dos años en Gaza, y ahora tenemos la confirmación de que cientos de miles están siendo lentamente condenados al hambre. Ninguno de nosotros debería aceptar esto.

“Toda Gaza está siendo sistemáticamente sometida al hambre de forma deliberada, y los niños y niñas están pagando el precio más alto. El mundo ha fallado en actuar mientras sus pequeños cuerpos, demacrados, han sido vencidos por el hambre y la enfermedad. Esta hambruna provocada es el resultado final e inevitable del uso del hambre como arma de guerra por parte del Gobierno de Israel. El asedio sostenido a los alimentos, medicinas y combustible estaba destinado a provocar esta catástrofe evitable. No hay líder mundial que no supiera que esto iba a ocurrir, que no haya sido advertido una y otra vez.

“Un goteo de ayuda en los últimos días es solo una gota en el océano y demuestra que el Gobierno de Israel podría poner fin a la escasez de alimentos cuando lo desee y evitar que la hambruna se extienda a otras partes de Gaza. Nuestros equipos pueden salvar más vidas y rescatar a más niños y niñas del abismo tan pronto como se restablezca el flujo de ayuda.

“Pero muchos efectos de la hambruna no pueden revertirse, especialmente en los niños y niñas. La muerte y la pérdida, el daño físico y mental, durarán toda la vida e incluso generaciones. Nuestros equipos de salud y nutrición están desbordados por la ola de hambre y enfermedad, incluso mientras tratan a cientos de niños y niñas malnutridos cada mes. En las dos primeras semanas de agosto, más de la mitad de las mujeres embarazadas y madres recientes examinadas en nuestras clínicas estaban malnutridas, casi siete veces más que antes del inicio del asedio en marzo. Las madres malnutridas tienen más probabilidades de dar a luz a bebés más pequeños, perpetuando un ciclo de malnutrición que puede afectar a generaciones futuras. Los niños y niñas palestinos son el futuro de su sociedad, y ese futuro, y el suyo, ha sido irrevocablemente socavado.

“La hambruna significa que ya no hay puntos de quiebre ni señales de alarma. El Gobierno de Israel debe poner fin de inmediato al uso del hambre como arma de guerra y levantar el asedio a la Franja de Gaza, permitiendo la entrada de ayuda, incluidos alimentos y suministros nutricionales, a la escala necesaria, y restablecer la electricidad, el combustible y el agua.

“Y la comunidad internacional debe finalmente tomar todas las medidas posibles para detener al Gobierno de Israel de provocar intencionadamente el hambre de niños y niñas y familias en Gaza.”
 

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En las dos primeras semanas de agosto, el 61% de las mujeres embarazadas y madres recientes examinadas en las clínicas de Save the Children fueron diagnosticadas con malnutrición, casi siete veces más que la tasa registrada en marzo (9%), antes de que se cortara casi por completo la entrada de ayuda y bienes.

Los médicos en las clínicas de Save the Children están atendiendo alrededor de 100 pacientes al día, el doble de la carga recomendada.

Save the Children no ha podido ingresar ayuda propia a Gaza desde el 2 de marzo y tiene 45 camiones de ayuda (incluyendo medicinas, artículos de refugio y kits de higiene) esperando en almacenes.

Save the Children está respondiendo a la crisis de hambruna en Gaza en dos clínicas de atención primaria en Jan Yunis y Deir al-Balah, proporcionando evaluaciones nutricionales y tratamiento a niños y niñas menores de 5 años, madres embarazadas y lactantes. El paquete de tratamiento incluye intervenciones médicas, suplementos y alimentos terapéuticos hipercalóricos. Desde el inicio de la guerra, estas clínicas han atendido a más de 113.000 personas, incluyendo más de 42.000 niños y niñas.

Según el IPC, hasta junio de 2026, al menos 132.000 niños y niñas menores de cinco años están en riesgo de morir por malnutrición aguda. Esta cifra se ha duplicado respecto a las estimaciones del IPC publicadas en mayo de 2025.