Más de una cuarta parte de las personas que sufren la peor crisis alimentaria del mundo viven en África Occidental y Central

Senegal, Dakar, 16 de octubre - 58 millones de personas en toda África Occidental y Central, entre ellas casi 29 millones de niños y niñas, sufren actualmente inseguridad alimentaria aguda y necesitan ayuda alimentaria urgente, afirma una alianza de las principales ONG internacionales de la región.

En el Día Mundial de la Alimentación, la Alianza Joining Forces, que incluye a Save the Children, World Vision, Aldeas Infantiles SOS, Terre des Hommes, Educo y Plan International, ha dado la voz de alarma sobre la grave situación de inseguridad alimentaria y crisis del hambre en África Occidental y Central.

Millones de hogares se enfrentan actualmente a una grave escasez de alimentos que reduce en gran medida su consumo diario de alimentos, lo que está provocando una desnutrición aguda o grave y enfermedades transmitidas por los alimentos. Entre ellos, 8 millones de personas sufren actualmente inseguridad alimentaria grave y podrían llegar a la hambruna, si no se toman medidas urgentes.

Más de la mitad de los hogares afectados por esta inseguridad alimentaria aguda se encuentran en la República Democrática del Congo (RDC) y Nigeria, mientras que en el Sahel central, que incluye a Burkina Faso, Malí y Níger, hay más de 12,7 millones de personas afectadas. Nigeria sigue siendo uno de los países más preocupantes a nivel mundial para el periodo comprendido entre octubre de 2022 y enero de 2023 y para el que se necesita ayuda inmediata.

Philippe Adapoe, Director de Save the Children en la región de África Occidental y Central, declara: "El 2022 ha sido uno de los años más difíciles para la infancia y sus familias en África Occidental y Central, y la temporada de escasez de este año ha sido una de las peores en 10 años. Los más afectados han sido las personas que viven en regiones afectadas por conflictos. Las tasas de desnutrición entre los niños y niñas menores de cinco años se han disparado”. Y añade: “Es hora de tomar medidas concretas para evitar que se produzca una catástrofe ante nuestros ojos".

La seguridad alimentaria y el estado nutricional de la población de la región, y especialmente de las mujeres y los niños y niñas, se han visto gravemente comprometidos y empeorados por el conflicto, las consecuencias a largo plazo de la restricción de actividades debido a la pandemia de COVID-19, y ahora el constante aumento de los costes de los alimentos básicos, el combustible y los fertilizantes. A esto se suman los efectos del cambio climático, con inundaciones que dañan los cultivos, o la reducción de la producción de cereales y hortalizas debido a la disminución y escasez de lluvias.

"Me gustaría que el gobierno bajara los precios de los alimentos. Todo es caro, el precio del arroz, del pescado y del pan ha aumentado. Apenas tenemos dinero para comprar alimentos", dice Aminetou, de 11 años, que vive en Mauritania.

Muchas familias han dicho al personal de la ONG que ya no pueden dar más de una comida al día a sus hijos, y algunas incluso dicen que no pueden garantizar ni una sola comida al día. Además, estas comidas consisten en su mayoría en productos locales con una dieta poco equilibrada que, lamentablemente, no aportan la energía y los nutrientes necesarios para el organismo.

Carla Denizard, líder regional de World Vision en África Occidental, explica: "Hay que proteger a la infancia y eso significa responder rápidamente a la actual crisis alimentaria y tomar medidas preventivas. Con la apertura de las escuelas en la mayoría de los países de la región, es importante garantizar que haya suficientes alimentos saludables para que los niños y niñas estén sanos y disfruten de su derecho a ir a la escuela y permanecer en ella."

Las peticiones de la Alianza

La Alianza Joining Force hace un llamamiento a los responsables locales y a la comunidad internacional para que den prioridad a la crisis alimentaria en la Acción Occidental y Central y tomen medidas para fortalecer los sistemas nacionales de seguridad alimentaria, aumentar los sistemas de protección social equitativos, inclusivos y que tengan en cuenta a los niños y niñas, y dar prioridad a las transferencias de efectivo para apoyar mejor a las familias con inseguridad alimentaria aguda.

También pide desarrollar y ampliar los programas de protección social que tengan en cuenta la nutrición y que se dirijan a los hogares de mayor riesgo, además de garantizar que la infancia más vulnerable y sus familias tengan acceso a alimentos nutritivos asequibles y a servicios sanitarios adecuados, incluidas las mujeres embarazadas y lactantes, así como los bebés y los niños y niñas menores de 5 años.

Otra de las peticiones de la alianza es mantener la cobertura de los programas de prevención y tratamiento de la malnutrición aguda, especialmente en los puntos críticos identificados por el análisis de los hogares. Asimismo, insta a que se refuerce la capacidad de los actores nacionales para responder a las crisis climáticas.

Por último, reclaman abogar por que los donantes, los responsables de la toma de decisiones y los gobiernos nacionales se comprometan a realizar una mayor inversión y una acción anticipada para hacer frente a la inseguridad alimentaria.

Notas para la edición
Joining Forces es una alianza de las seis mayores ONG internacionales (ChildFund Alliance, Plan
Internacional, Save the Children Internacional, Aldeas Infantiles SOS Internacional, Terre des
Hommes Internacional Federation y World Vision Internacional) que trabajan para y con los
Niños y niñas menores de 18 años para hacer realidad sus derechos y acabar con toda la violencia contra ellos. Para más información: https://joining-forces.org/