Save the Children advierte de que 500.000 niños y niñas que han huido de Venezuela necesitan ayuda humanitaria

B-roll para medios (vídeos y fotografías): https://prensasavethechildren.smugmug.com/Internacional/Crisis-en-Venezuela/ 

Madrid, 25 de febrero de 2019. Save the Children alerta de que más de 3 millones de personas han huido de Venezuela hasta diciembre de 2018 por la crisis política, económica y humanitaria que vive el país, de las cuales aproximadamente 500.000 son niños y niñas que necesitan ayuda humanitaria. La organización advierte de que cuando termine 2019 la cifra global de desplazados aumentará hasta los 5,3 millones de personas, lo que supone una media de más de 6.000 personas saliendo del país cada día.

La intensificación de la crisis en Venezuela ha obligado a los niños, niñas y familias venezolanas a huir a Colombia, Ecuador, Perú y Chile en busca de una nueva vida. Los datos demuestran que se trata de un éxodo masivo, superior al pico más alto de personas cruzando el Mediterráneo en el año 2015, según datos de Naciones Unidas.  

Save the Children muestra su preocupación por la situación de los niños y niñas venezolanos. Dentro de su país no pueden recibir la asistencia médica necesaria ni una alimentación adecuada por culpa del colapso del sistema sanitario y la falta de acceso a bienes de primera necesidad. Los que se han visto obligados a salir de Venezuela, en muchas ocasiones solos, sufren enfermedades cutáneas, respiratorias y diarreas por la falta de condiciones higiénicas. Además, estos menores están altamente expuestos a ser víctimas de trata, de la violencia de las bandas criminales y de explotación.

Colombia, país vecino de Venezuela, ha recibido la mayor parte de los desplazados: aproximadamente 1,2 millones de venezolanos entraron oficialmente por su frontera en 2018, de los cuales 125.000 eran menores de edad. Naciones Unidas estima que en 2019 Colombia podría albergar hasta 2,2 millones de personas procedentes de Venezuela. A ello hay que sumar los más de 2 millones de personas que actualmente viven en Venezuela y que poseen tarjetas de movilidad del Gobierno colombiano para comprar, estudiar y trabajar.

Sin embargo, el derecho a la educación de los niños y niñas venezolanos en Colombia es muy limitado. Muchas familias tienen grandes dificultades para escolarizar a los menores al no disponer de los certificados necesarios; en otras ocasiones, los niños y niñas venezolanos no pueden acceder a la escuela por falta de espacio en las aulas o porque el colegio está a kilómetros de distancia, entre otros motivos.

Save the Children da respuesta a esta crisis humanitaria desde noviembre de 2017 en las regiones fronterizas de La Guajira y Arauca en Colombia y en la región de Piura en Perú. La organización ha creado Espacios Seguros para la Infancia en los que los niños y niñas venezolanos están protegidos, está repartiendo material escolar e impartiendo clases de refuerzo educativo, está proporcionando filtros de agua y kits de higiene a las familias, está dando apoyo psicosocial a los menores y desarrolla acciones encaminadas a la integración entre la población de acogida con el fin de reducir la xenofobia y la discriminación.

La ONG tiene abierto un fondo de emergencias para ayudar a los niños y niñas venezolanos. Cuando se producen crisis migratorias y humanitarias como la que está viviendo Venezuela, la infancia es siempre la población más vulnerable y la más expuesta a todo tipo de peligros.

Sobre Save the Children

Save the Children es la organización independiente líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Trabaja desde hace 100 años para asegurar que todos los niños y niñas sobreviven, aprenden y están protegidos. Actualmente la organización opera en más de 120 países.

En España trabaja en programas de atención a los niños y niñas más vulnerables, centrados en la infancia en riesgo de pobreza o exclusión social. La organización atiende además a la infancia migrante y está centrada a proteger a los menores frente a la violencia. Save the Children quiere que todos los niños y niñas, independientemente de su condición o país de origen, puedan disfrutar plenamente de sus derechos y alcanzar el máximo de sus capacidades.