Save the Children advierte que más de 165.000 niños, niñas, embarazadas y lactantes en Mauritania sufren desnutrición

Contenidos audiovisuales (Galería de fotos + Video VR): https://prensasavethechildren.smugmug.com/Internacional/Mauritania/Mauritania-Crisis-alimentaria/

Madrid, 14 de agosto de 2018. La falta de lluvias que se está produciendo en Mauritania en los meses de verano, unido a las recurrentes sequías de los pasados años, está provocando un agravamiento de la crisis alimentaria en el país.

Se estima que actualmente 350.000 personas están en situación de inseguridad alimentaria. Los menores de cinco años, las mujeres embarazadas y los bebés lactantes son los más vulnerables ante esta situación. Más de 120.000 niños y niñas y 45.000 embarazadas  y lactantes sufren desnutrición.

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El comienzo de la temporada de lluvias se ha producido antes de lo habitual este año y ha venido seguido de un largo periodo sin lluvia, lo que ha provocado la pérdida de cosechas y un empeoramiento de la situación de las áreas rurales y hogares con menos recursos. La disminución de la producción agrícola ha supuesto la pérdida de ingresos para muchas familias, que unido a la falta de acceso regular y adecuado al agua está provocando problemas de salud y nutrición que afectan especialmente a los niños y niñas más pequeños.

“Muchas familias han tenido que cambiar sus hábitos alimenticios y reducir el número y la frecuencia de las comidas. En algunos casos las raciones se han reducido a la mitad y a una sola comida al día. Esta situación es especialmente grave en el caso de los niños más pequeños”, advierte Luis Pedro Lobo, responsable de Save the Children en el país.

La organización, que trabaja apoyando a las familias de las comunidades más afectadas por la crisis en la región de Brakna y Gorgol mediante el reparto de transferencias de efectivo y harinas enriquecidas, recuerda que es necesario actuar en este momento para que la ya deteriorada situación de crisis en el Sahel, que afecta entre otros países a Mauritania, no siga agravándose. Para el año en curso, mediante estas actividades, Save the Children prevé apoyar a más de 6.000 hogares vulnerables. Además, con el fin de hacer frente a las causas subyacentes de la actual crisis, 1.900 familias se beneficiarán también de una intervención integrada a través de la distribución de semillas, cabras, kits de higiene y la mejora de los sistemas de irrigación.

La ONG ha publicado un video de realidad virtual donde puede conocerse la historia de Aisha, una niña mauritana que relata la situación a la que se enfrentan en su país miles de niños y niñas como ella a causa de la sequía.

Desde 2006 Save the Children está presente en Mauritania desarrollando programas de protección infantil en las ciudades de Nouakchott y Nouadhibou. Desde 2012, con la deteriorada situación en la crisis del Sahel, Save the Children responde para paliar la crisis nutricional que afecta gravemente a la vida de los niños y las familias en las regiones mauritanas de Gorgol y Brakna, exacerbando los riesgos para su protección. La organización recuerda que actividades como el trabajo y el matrimonio infantil o la movilidad de los menores se incrementan durante el periodo de crisis, exponiendo a los menores a peligros como el tráfico de personas, la violencia o la explotación y privándoles de derechos, como el derecho a la educación.

Sobre Save the Children

Save the Children es la organización independiente líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Trabaja en más de 120 países salvando vidas, proporcionando seguridad y protección a los niños y las niñas y defendiendo sus derechos en el marco de la Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas.

En España trabaja desde hace más de 20 años con programas de atención a los niños y niñas más vulnerables, centrados en la infancia en riesgo de pobreza o exclusión social. A través de sus programas en España, proporcionan una atención integral a los niños, niñas y sus familias para que la situación económica o de exclusión social en la que viven los niños no les impida disfrutar plenamente de sus derechos y puedan alcanzar el máximo de sus capacidades.