Save the Children alerta de que cada día 426 niños y niñas corren el riesgo de morir de hambre en África subsahariana por el impacto de la Covid-19

Material para medios de comunicación: https://bit.ly/3hxjd8R 

Nairobi, 1 de septiembre de 2020. Save the Children advierte de que 67.000 niños y niñas corren el riesgo de morir de hambre en África subsahariana antes de que acabe el año por el grave impacto de la crisis de la Covid-19 en la región. Estas cifras, que provienen de un nuevo análisis que la organización ha llevado a cabo con datos de The Lancet, revelan que aproximadamente 426 niños y niñas pueden fallecer cada día si no se toman medidas urgentes.

Tal y como apunta Save the Children, la inseguridad alimentaria se ha visto agravada en distintas partes del continente por las inundaciones, las plagas de langostas y la subida de los precios de los alimentos en los últimos meses. A todo ello, hay que sumar el impacto de la crisis de la Covid-19, que ha paralizado la economía y ha destruido los medios de vida de miles de hogares. Save the Children denuncia que, en estos momentos, los alimentos y los servicios de salud son inaccesibles para muchas familias. 

La organización recuerda que en el primer trimestre de 2020 diferentes estudios estimaron que la Covid-19 aumentaría la pobreza en África subsahariana un 23% y alerta de que los informes más recientes ya señalan que para el 2030 puede haber 433 millones de personas sufriendo desnutrición en África.
 
“La vida fue dura para mí y mi familia, pero trabajé duro y sobrevivimos. El coronavirus ha empeorado la situación porque hay poco trabajo y muy espaciado. Antes de recibir el apoyo de Save the Children, solo comíamos una vez al día, por la mañana. He visto a mis hijos irse a dormir con hambre. El peor sentimiento para una madre es ver que no puede alimentar a sus hijos”, explica Ubah, madre de seis hijos en Puntland, Somalia.
 
Save the Children destaca que en una situación de inseguridad alimentaria como la actual, los niños y las niñas tienen un alto riesgo de sufrir desnutrición aguda. Antes de la pandemia, más de 26 millones de menores en África oriental y meridional presentaban retraso en el crecimiento y 2,6 millones de niños y niñas padecían desnutrición aguda grave, la forma más mortal de desnutrición. Ahora, en África occidental y central se prevé que 15,4 millones de menores de cinco años van a padecer desnutrición aguda grave este año, un aumento del 20% con respecto a datos anteriores. 
 
“Ya estamos viendo los efectos devastadores de este virus en las personas más vulnerables del mundo. Las medidas contra la Covid-19 han diezmado los medios de vida y la producción de los cultivos, por lo que los alimentos, cuando están disponibles, son extremadamente caros. En pocas palabras: muchos padres y madres ya no pueden poner comida en la mesa para sus hijos”, explica Ian Vale, director regional de Save the Children en África Oriental y Meridional. 

Antes de la pandemia, África subsahariana era una de las regiones del mundo con mayor inseguridad alimentaria y se teme que, si continúan las tendencias actuales, sea el hogar de más de la mitad de las personas que padecen hambre crónica del mundo. “Cada día llegan más niños y niñas a nuestras clínicas con síntomas de desnutrición y esto es solo el principio. Si esperamos hasta que las clínicas estén llenas, será demasiado tarde. La crisis alimentaria podría matar a decenas de miles de niños y niñas si no reciben asistencia humanitaria de inmediato”, añade Vale.
 
Save the Children está respondiendo a la crisis alimentaria proporcionando alimentos o dinero en efectivo a las familias más vulnerables, garantizando el acceso a agua potable y manteniendo operativos sus programas de salud y nutrición de una manera segura frente a la crisis del coronavirus. La organización pide a gobiernos y donantes la movilización urgente de fondos para ayudar a la infancia más pobre y vulnerable del mundo.

Sobre Save the Children

Save the Children es la organización independiente líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Trabaja desde hace más de 100 años para asegurar que todos los niños y niñas sobreviven, aprenden y están protegidos. Actualmente la organización opera en más de 120 países.

En España trabaja desde hace más de 20 años con programas de atención a los niños y niñas más vulnerables, centrados en la infancia en riesgo de pobreza o exclusión social. A través de sus programas en España, proporcionan una atención integral a los niños, niñas y sus familias para que la situación económica o de exclusión social en la que viven los niños no les impida disfrutar plenamente de sus derechos y puedan alcanzar el máximo de sus capacidades.