Save the Children alerta de que la educación en una cuarta parte de los países del mundo está al borde del colapso por la pandemia, el cambio climático y la violencia

•    Informe: https://bit.ly/3DmNOkS 
•    Resumen ejecutivo: https://bit.ly/3ko1FhW 
•    Materiales para medios de Colombia https://bit.ly/2UTDZcP Yemen https://bit.ly/2UTE14r y Uganda https://bit.ly/3t04UQQ 

Madrid, 6 de septiembre de 2021.- Con motivo de la vuelta a las aulas, Save the Children advierte de que la educación de cientos de millones de niños y niñas en una cuarta parte de los países del mundo corre un riesgo alto de colapso. Un nuevo informe de la organización, Build Forward Better, señala que factores como el cambio climático, la falta de vacunas frente a la COVID-19, los desplazamientos, los ataques violentos contra las escuelas y la falta de conectividad digital están poniendo en peligro el acceso a la educación de la infancia más vulnerable en 48 países.

Save the Children recuerda que a esta grave situación se deben sumar los 258 millones de niños y niñas en todo el mundo que ya estaban fuera de la escuela antes de la pandemia. La organización pide a los líderes políticos que deben aprender de la crisis educativa de la COVID-19, que ha interrumpido la escolarización de más del 90% de los alumnos del mundo, y adaptar los sistemas educativos para garantizar que los niños y las niñas que viven en los países con menos recursos no vean peligrar su derecho a la educación.

Según el nuevo análisis de Save the Children, la República Democrática del Congo, Nigeria, Somalia, Afganistán, Sudán del Sur, Sudán, Malí y Libia tienen sistemas educativos que se encuentran en "riesgo extremo" de colapso, seguidos de cerca de Siria y Yemen.

La escuela de Salem, de 13 años, en Yemen resultó dañada por el largo conflicto que azota el país. “El patio de recreo fue destruido y las pizarras estaban rotas. Estudiar es importante porque quiero ser médico en el futuro”, cuenta. Save the Children ha estado rehabilitando escuelas en Yemen como la de Salem y ahora ha podido regresar al colegio. “Cuando las escuelas no están arregladas y no hay maestros, no podemos aprender”, añade.

Sergio, de 16 años, huyó de las dificultades económicas en Venezuela hacia Colombia hace tres años y vive en un asentamiento de refugiados con sus cuatro hermanos, su madre y su compañera. No ha ido a la escuela desde que comenzó la pandemia, pero con el apoyo de Save the Children, está aprendiendo desde casa. Colombia es otro de los países de "alto riesgo" de colapso identificados por la organización.

“No estamos en la escuela. Realmente lo necesito, porque si no estudio, no alcanzaré mi meta. Me imagino graduándome como médico forense, teniendo una nueva vida, un mejor nivel de vida”, explica Sergio.

Se estima que entre 10 y 16 millones de niños y niñas corren el riesgo de no regresar a la escuela debido únicamente a los impactos económicos de la COVID-19. La crisis económica ha provocado que muchas familias saquen a sus hijos de la escuela para trabajar o les obliguen a casarse de manera precoz.

Por otro lado, la crisis climática agrava el ya de por sí enorme riesgo, al resultar las escuelas dañadas o destruidas por fenómenos meteorológicos extremos, y es probable que un número cada vez mayor de niños y niñas tengan que huir de sus hogares, dejando atrás su educación.

Save the Children considera que la comunidad internacional, incluidos los donantes, debe intensificar y asumir la responsabilidad de algunos de los factores que han puesto en riesgo estos sistemas educativos, como los conflictos, el cambio climático y la inequidad en las vacunas. La organización pone de ejemplo la reciente Cumbre Mundial sobre la Educación, que no logró aumentar el objetivo de 5 mil millones de dólares para la educación mundial, como muestra de compromiso débil con la infancia más desprotegida del mundo.

Los nuevos datos de Save the Children, que son los primeros de este tipo, siguen una investigación reciente de la organización que encontró que, en promedio, los niños y las niñas de los países de bajos ingresos han perdido un 66% más de sus días escolares durante la pandemia, en comparación con sus compañeros de otros países más ricos.

“Casi la mitad de los 75 millones de niños y niñas que interrumpen cada año su educación lo hacen por amenazas climáticas como ciclones, inundaciones y sequías. A todo ello, se suma la pandemia y los horribles ataques contra las escuelas en países como Nigeria y Yemen. Necesitamos construir hacia adelante y de manera diferente, utilizando todo esto como una oportunidad para el cambio positivo”, concluye Inger Ashing, directora ejecutiva de Save the Children Internacional.