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Amán, 19 de enero de 2021 - Un niño de 6 años ha muerto y más de 20.000 han sido desplazados debido a las fuertes inundaciones ocurridas en el noroeste de Siria, según ha podido saber Save the Children. Asimismo, más de 40.000 personas se han visto afectadas por una fuerte tormenta que ha causado inundaciones extremas en el norte de Idlib y al oeste de Alepo. La mayoría de ellas sufren ya años de desarraigo de sus hogares debido al conflicto que azota al país.
La organización también asegura que al menos 62 campamentos y más de 2.500 tiendas de campaña han sufrido daños o han sido destruidas por la tormenta, arrasando así con lo único que tenían estas familias tras casi una década de desplazamiento.
Decenas de miles de personas han buscado refugio ante la tormenta en escuelas y mezquitas, mientras otras se han visto obligadas a dormir al aire libre, con temperaturas bajo cero. La tormenta también ha causado daños en dos escuelas, lo que agrava aún más la situación en la zona, donde casi el 50% de los niños y niñas han tenido que dejar de acudir a clase desde el inicio de la pandemia en marzo del año pasado.
"Aquí en el campamento, nuestras tiendas están inundadas. Hay barro y el suelo se ha convertido en un pantano. No podemos movernos o dejar nuestras tiendas. Queremos salir a buscar pan, pero no podemos. No tenemos calefacción. Hace frío y la lluvia es muy fuerte. Nos calentamos haciendo fuego, usando madera que nos han proporcionado, pero no es suficiente", relata Mazen, de 10 años, que vive en un campamento al norte de Idlib.
Con más de un millón y medio de personas desplazadas en el noroeste de Siria, el clima extremo de este invierno está causando estragos en las familias, ya de por sí muy golpeadas tras 10 años de conflicto y desplazamiento, a lo que se une la propagación casi descontrolada de la Covid-19 en toda la región.
"Hace aproximadamente un año y cuatro meses, tuve que abandonar mi hogar al sur de Idblib. Todos los años luchamos contra el mismo problema, las fuertes lluvias que provocan inundaciones, un diluvio de lodo y un terreno pantanoso. Una tienda de campaña se inundó y la hemos rodeado con gravilla para evitar que siga entrando el agua. Estamos desesperados por conseguir cualquier cosa para calentarnos", señala Ayman, de 30 años.
Save the Children denuncia que las condiciones de acceso a cientos de campamentos se han vuelto muy complicadas, lo que impide que miles de familias puedan recibir la ayuda humanitaria que necesitan para salvar sus vidas.
"Me entristece la noticia de la muerte de un niño tras las graves inundaciones en el noroeste del país. Se trata de otra pérdida más, tras casi 10 años de sufrimiento para el pueblo de Siria", lamenta Sonia Khush, responsable de la emergencia en Siria. “Miles de familias van a tardar mucho tiempo en recuperarse de esta tormenta. Lo han perdido todo tras años de duro trabajo, y los niños y niñas no saben dónde van a pasar la noche. Es necesario que se intensifique de manera urgente la llegada de ayuda a la infancia y a las familias en las zonas afectadas, garantizar el acceso humanitario transfronterizo, y que todas las partes en el conflicto alcancen una solución que evite a miles de personas más este sufrimiento", concluye Khush.
Save the Children y sus socias en Siria están tratando de proporcionar ayuda humanitaria esencial, pero todavía no han podido llegar a tres de los campamentos afectados debido a que las carreteras están inundadas.
Estas inundaciones, unidas a la rápida inflación de la libra siria y a la pandemia del coronavirus, no hacen sino exacerbar las necesidades de la población, que necesita desesperadamente calefacción, combustible, dinero en efectivo para la rehabilitación de las tiendas de campaña y para alimentos, colchones, mantas… Save the Children ha empezado ya a planificar su respuesta para proporcionar kits de impermeabilización y reparar las redes de drenaje de agua alrededor de los campamentos en los que interviene.
Sobre Save the Children
Save the Children es la organización independiente líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Trabaja desde hace más de 100 años para asegurar que todos los niños y niñas sobreviven, aprenden y están protegidos. Actualmente la organización opera en más de 120 países.
En España trabaja desde hace más de 20 años con programas de atención a los niños y niñas más vulnerables, centrados en la infancia en riesgo de pobreza o exclusión social. A través de sus programas en España, proporcionan una atención integral a los niños, niñas y sus familias para que la situación económica o de exclusión social en la que viven los niños no les impida disfrutar plenamente de sus derechos y puedan alcanzar el máximo de sus capacidades.