Save the Children muestra su decepción por los acuerdos en materia de migración de la UE

Madrid, 29 de junio de 2018. Save the Children manifiesta su decepción frente al hecho de que los Jefes de Estado reunidos esta semana en Bruselas no hayan conseguido elevarse por encima de sus intereses nacionales. Según la organización este podría haber sido un momento de definición para la UE, pero ha supuesto una oportunidad perdida para establecer una dirección clara en la política migratoria europea y crear un sistema de asilo unificado y funcional.
 
Las propuestas referentes a “centros de control voluntarios” dentro de la UE y “centros regionales de desembarco” siguen siendo vagas y generan serias dudas sobre la detención de los niños y sus familias. Los solicitantes de asilo deberían seguir teniendo acceso pleno a los derechos que les garantizan la Convención de Ginebra y la legislación europea de asilo.

De acuerdo con las normas internacionales de Derechos Humanos la detención debe ser el último recurso en el caso de personas adultas, pero además, de acuerdo con la Convención de los Derechos del Niño, la detención de menores (tanto acompañados como no acompañados), no es aceptable en ningún caso y va en contra del interés superior del niño; esta medida es siempre una violación de los derechos del niño.

En relación al sistema de plataformas de desembarco propuesto por la UE, no están claras las localizaciones de dichas plataformas ni tampoco las condiciones a las que estarán sometidas las personas que lleguen a estos centros. Save the Children teme que puedan convertirse en centros de detención de facto, y que suponga otra experiencia traumática más para los niños y niñas que acaban de pasar por una travesía tan difícil y peligrosa.

“Nuestra experiencia previa con centros similares a los de detención que han alojado a migrantes y refugiados, por ejemplo, los hotspots o centros de identificación en Grecia, han sido profundamente alarmantes y han llevado a la detención de niños y niñas. En situaciones como estas, donde los niños y las familias pueden perder la esperanza rápidamente, Save the Children ha presenciado cómo niños de tan sólo 9 años han intentado suicidarse o autolesionarse como consecuencia de la depresión u otros problemas de salud mental”, advierte Andrés Conde, director general de Save the Children España.

La ONG insiste en que la UE debe tener en cuenta el largo plazo y considerar otras soluciones en países de origen y tránsito, ayudando a estabilizar comunidades que sufren la guerra, la violencia y la pobreza extrema. Si no se adoptan vías legales y seguras hacia la UE para los que sean identificados como merecedores de protección, el sistema seguirá siendo ineficaz como han evidenciado estos últimos años los campos de refugiados o los “hotspots” de Grecia e Italia. Los estados miembros están eligiendo aliarse con países terceros en lugar de reforzar la cooperación entre ellos como debería ser respondiendo a una comunidad regional. La UE, lejos de cumplir con sus compromisos, está transfiriendo su responsabilidad a otros países.

Estas propuestas distraen la atención de la crítica necesidad de la reforma del Reglamento de Dublín, y de establecer un sistema efectivo que se adelante a futuras crisis. Los países fronterizos de la UE están asumiendo mucho peso, lo que debería ser compartido entre todos los Estados miembro.

“Este verano, como resultado de las políticas europeas, más niños desaparecerán; más niños caerán en las manos de traficantes; más niños serán devueltos en las fronteras; y más niños se embarcarán en peligrosas travesías intentando alcanzar a sus seres queridos”, recuerda Conde.

La organización insiste en no olvidar que el fin de la creación de la UE fue la colaboración y cooperación entre los Estados Miembro entorno a unos principios y valores comunes, lo que queda en entredicho si se sigue evadiendo responsabilidades y externalizando las fronteras.  

Sobre Save the Children
Save the Children lleva trabajando desde 2008 en Italia y los Balcanes con un modelo propio de Espacios Seguros, donde atendemos las necesidades específicas de la infancia y la adolescencia migrante y refugiada. En España trabaja desde hace más de 20 años con programas de lucha contra la pobreza infantil, la protección frente a la violencia y la atención a infancia migrante y refugiada. Desde 2016, como parte de estos programas  de intervención con infancia migrante y refugiada en España, hemos puesto en marcha espacios seguros en zonas fronterizas como la frontera internacional de Melilla donde hemos atendido a más de 2.400 menores.