Save the Children pide a Rajoy que actúe para que no se vuelvan a repetir muertes como la del niño de seis años en la costa de Barbate

Madrid, 30 de enero de 2017. Tras la trágica muerte de Samuel, un niño migrante cuyo cadáver fue hallado en una playa de Barbate (Cádiz), Save the Children se ha dirigido por carta al Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para exigirle que establezca vías legales y seguras para todas aquellas personas que huyen de la violencia y la pobreza hacia Europa. En lo que va de año, en tan solo un mes, 3.871 personas han llegado a Europa desde África, Asia u Oriente Medio buscando una vida mejor. Casi el 100% han llegado por mar y 246 se han ahogado en el viaje. Además, en todo 2016, más de 5.000 personas murieron en el Mediterráneo, y se estima que un tercio de los migrantes y refugiados son menores de edad.

“La única forma de evitar las muertes en el Mediterráneo es estableciendo rutas seguras y legales. España tiene una gran responsabilidad ya que la frontera sur es la puerta de entrada de muchos migrantes y refugiados y debe hacer todo lo posible para protegerles y darles una acogida digna”, explica Andrés Conde, director general de Save the Children. La muerte de Samuel pone en relieve cómo los niños son los más vulnerables en el drama de las migraciones. La bienvenida que se hace en Europa a la infancia refugiada no está a la altura de la situación actual. A pesar de que 3.754 niños y niñas solicitaron asilo en España en 2015, el sistema de asilo no está adaptado a las necesidades de las familias y de los menores que viajan solos.

La infancia queda desprotegida y es ignorada en los acuerdos y en las políticas que se están estableciendo. España está anteponiendo la condición de migrantes a la de menores de edad y existen contradicciones entre las leyes y las prácticas dirigidas a controlar los flujos migratorios y las que tienen que fin proteger a los niños.

Save the Children, en su trabajo con refugiados y migrantes en Melilla, es testigo de cómo muchas familias se ven obligadas a separarse para pasar la frontera, lo que aumenta la vulnerabilidad y el sufrimiento de los niños y les expone a muchos riesgos. En este sentido, el Gobierno debería garantizar entradas seguras, sin obligar a nadie a hacer un viaje peligroso y lleno de obstáculos. Esto supone reforzar y ampliar sus programas de reasentamiento y de admisión humanitaria, además de visados humanitarios, una mayor flexibilidad en los procesos de reunificación familiar y programas de becas para estudiantes.

Además, el Gobierno español debe liderar e impulsar un cambio de políticas europeas para dar respuesta a esta crisis de refugiados, velando por los derechos de los niños de forma prioritaria. Por un lado, debe apoyar y promover políticas orientadas a garantizar que los refugiados reciben protección en la Unión Europea, de acuerdo con el derecho internacional. Y por otro, debe garantizar que la ayuda oficial al desarrollo no está condicionada a las políticas migratorias de los países de origen.

Sobre Save the Children

Save the Children es la organización independiente líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Trabaja en más de 120 países salvando vidas, proporcionando seguridad y protección a los niños y las niñas y defendiendo sus derechos en el marco de la Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas.

En España trabaja desde hace más de 20 años con programas de atención a los niños y niñas más vulnerables, centrados en la infancia en riesgo de pobreza o exclusión social. A través de sus programas en España, proporcionan una atención integral a los niños, niñas y sus familias para que la situación económica o de exclusión social en la que viven los niños no les impida disfrutar plenamente de sus derechos y puedan alcanzar el máximo de sus capacidades.