Save the Children reclama una “vuelta al cole” presencial en la fase 2 y actividades durante el verano para apoyar al alumnado más desfavorecido

Madrid, 2 de junio de 2020. Save the Children pide a las comunidades autónomas que en los planes de desescalada se priorice la educación de los niños y las niñas más vulnerables. La organización insta a las administraciones públicas a organizar un retorno presencial a las aulas para el alumnado más desfavorecido en la fase 2 y reclama implementar actividades educativas durante los meses de verano para que la infancia con menos recursos no se quede atrás. Save the Children advierte de que no volver a los colegios hasta septiembre supondría seis meses de desconexión educativa para los niños y las niñas en pobreza y exclusión, lo que condicionaría gravemente su futuro. 

Aunque la fase 2 de la desescalada permite la vuelta a las clases presenciales a decisión de las comunidades autónomas, Save the Children denuncia que en muy pocas se ha incorporado un criterio de equidad para permitir actividades presenciales para el alumnado desfavorecido. En muchas no volverá ningún estudiante y en otras solo volverá el alumnado de final de etapa. La ONG considera que, aunque los centros educativos tengan autonomía para organizarse, las administraciones educativas deben fijar un criterio claro para evitar que la educación presencial del alumnado desfavorecido sea opcional. 

En este sentido, Save the Children critica que se hayan tomado medidas para reabrir playas o bares y, sin embargo, se haya dejado en un segundo plano la apertura de centros escolares cuando aprender en igualdad de oportunidades es un derecho fundamental. El cierre de escuelas ha supuesto para la infancia más vulnerable una desvinculación social y emocional con el profesorado, con sus compañeros y compañeras, y con los ritmos y hábitos de estudio, algo que posiblemente aumentará el riesgo de fracaso y abandono escolar. 

“Antes de la crisis nuestro sistema educativo tenía problemas de inclusión y equidad. Ahora la desigualdad y la brecha educativa siguen creciendo día a día, mientras los colegios permanecen cerrados”, afirma Catalina Perazzo, directora de Sensibilización y Políticas de Infancia. “La educación de los niños y las niñas debe ser una prioridad política. Es urgente que se busquen alternativas y se destinen los recursos necesarios para asegurar la seguridad y la salud de los profesionales mientras se garantiza el derecho básico de la educación, como se ha hecho con otros servicios considerados esenciales”, añade. 

Para que la vuelta a las aulas de al menos una parte del alumnado sea efectiva en la fase 2, Save the Children propone movilizar no solo al profesorado sino a otros perfiles como monitores y monitoras de los programas de refuerzo extraescolar, utilizando los fondos del Programa ABA del Ministerio de Educación y los fondos europeos que están disponibles. La organización también plantea que las clases sean en grupos pequeños para poder desarrollar actividades de comunicación, apoyo emocional y refuerzo educativo con la infancia desfavorecida o aquella que se ha desvinculado en primaria y secundaria.

Asimismo, Save the Children señala la especial importancia este año de las actividades educativas durante los meses de verano para romper esa desconexión del alumnado en situación desfavorecida. Según la Orden publicada por el Ministerio de Sanidad, la fase 3 de la desescalada permite celebrar campamentos de verano y otras actividades de ocio educativo bajo unas condiciones de seguridad. En este sentido, la ONG reclama a las comunidades autónomas, diputaciones, ayuntamientos y entidades sociales que amplíen la oferta educativa este verano, que incorporen contenido competencial y que prioricen el acceso gratuito de familias con bajo nivel socioeconómico a estas actividades.

La organización de infancia valora los pasos dados por la Generalitat de Cataluña y la Generalitat Valenciana, que proporcionarán financiación para actividades de verano, iniciativas como las de la Junta de Andalucía, que abrirá los centros educativos con un Programa de Refuerzo Estival, o medidas como las del Gobierno Vasco, que prepara actividades de refuerzo lingüístico. Save the Children destaca también el ejemplo del Ayuntamiento de Barcelona, que además de extender la oferta, desarrollará materiales didácticos para trabajar el aprendizaje instrumental. En cambio, la ONG considera preocupante que los ayuntamientos y diputaciones de Euskadi estén cancelando las colonias y campamentos de verano. 

Por último, Save the Children insta a todas las administraciones públicas a que comiencen a diseñar el próximo curso con criterio de equidad. Concretamente, pide al Ministerio de Educación y a las comunidades autónomas que movilicen los nuevos recursos REACT-EU que la Comisión Europea acaba de anunciar para atender la crisis social, para apoyar a los centros. “La emergencia ha aumentado las desigualdades educativas en muy poco tiempo. Es imprescindible ampliar los programas de apoyo y refuerzo durante el próximo curso para garantizar que ningún niño o niña se quede atrás”, concluye Perazzo. 

Save the Children lanzó el pasado mes de mayo el informe Covid-19: cerrar la brecha donde propone un conjunto de recomendaciones para la vuelta a las aulas basado en la equidad y el bienestar psicosocial del alumnado. La propuesta tiene en cuenta un posible rebrote de la pandemia en otoño o la aparición de nuevas enfermedades asociadas a la degradación medioambiental, algo que requeriría volver a la educación a distancia.

Sobre Save the Children

Save the Children es la organización independiente líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Trabaja desde hace más de 100 años para asegurar que todos los niños y niñas sobreviven, aprenden y están protegidos. Actualmente la organización opera en más de 120 países.

En España trabaja desde hace más de 20 años con programas de atención a los niños y niñas más vulnerables, centrados en la infancia en riesgo de pobreza o exclusión social. A través de sus programas en España, proporcionan una atención integral a los niños, niñas y sus familias para que la situación económica o de exclusión social en la que viven los niños no les impida disfrutar plenamente de sus derechos y puedan alcanzar el máximo de sus capacidades.