Un año después de la dana: más del 30 % de los niños y niñas afectados siente todavía miedo a la lluvia y las tormentas

Save the Children y la Universitat de València publican un informe sobre el impacto de la DANA en la infancia valenciana a partir de los testimonios de más de 2.300 padres y madres. El estudio también analiza la pérdida de empleo y de vivienda. La organización lamenta la falta de un enfoque centrado en la infancia en la reconstrucción. 

Recursos para medios (b-roll de una entrevista a Mari Carmen -una madre afectada por la dana-, b-roll de una entrevista a Rodrigo Hernández -director de Save the Children en la Comunitat Valenciana- y b-roll de una entrevista a la coautora del informe y profesora de Universitat de València, María Jesús Perales): https://prensasavethechildren.smugmug.com/Nacional/Otros/DANA/Dana-Aniversario/n-LpWJmd

Informe Con el barro en la mochila (en castellano y en valencià): https://we.tl/t-1FcCrsfrm1

Valencia/Madrid, 27 de octubre de 2025. “Cuando truena me pongo muy nervioso y no puedo dormir”, explica un niño de 9 años de Paiporta, una de las zonas más afectadas por la dana que arrasó hace un año la Comunitat Valenciana. Su testimonio se recoge en el informe que ha elaborado Save the Children junto a la Universitat de València “Con el barro en la mochila” para conocer el impacto de estas inundaciones en la infancia. Las lluvias dejaron a 229 personas fallecidas -entre ellos 9 niños y niñas-, 200.000 niños y niñas afectados y 16.000 viviendas dañadas. 

El estudio, en el que se ha consultado a más de 2.300 familias afectadas por la DANA y a profesionales de los servicios sociales, de la educación, de las ONG y a responsables políticos–, revela que aproximadamente el 24 % de la infancia valenciana afectada sigue teniendo problemas para dormir y que más del 30 % reconoce sentir miedo a la lluvia, las tormentas o los truenos. 

“Con el barro en la mochila” indica que se han producido cambios en el comportamiento de estos niños y niñas: mayor ansiedad o estrés persistente y dependencia de pantallas como mecanismo de escape. Los adolescentes manifiestan dificultades de concentración (12,4 %), pasan más tiempo con dispositivos electrónicos (11,0 %) y prefieren el aislamiento social (7,0 %). 

Save the Children advierte de que el acompañamiento social y emocional de niños, niñas y adolescentes ha sido muy deficiente, y se ha fiado todo a su capacidad de resiliencia. Actualmente, la principal preocupación de las familias (45,7 %) es el estado emocional de sus hijos e hijas. 

El colegio, un salvavidas para la infancia 

La mitad de las familias (52,4 %) reconoce que sus hijos e hijas han sufrido un retraso en el aprendizaje. “Ante cualquier emergencia, como la que vivimos en Valencia, es crucial que los centros educativos se reabran cuanto antes. En un contexto de crisis, ir a la escuela ayuda a recuperar un sentido de normalidad y esperanza para esos niños y niñas”, explica Rodrigo Hernández, director de Save the Children en la región.

El colegio no solo es un lugar de aprendizaje: también garantiza servicios esenciales como el comedor escolar, vital para muchas familias con menos recursos. En octubre de 2024, más de 18.000 niños y niñas de las comarcas afectadas por la dana dependían de una beca comedor. “Mantenerlo abierto tras una emergencia asegura una alimentación saludable para los que más lo necesitan”, dice Hernández.

No poder asistir a la escuela ha afectado particularmente al estado emocional (71,6 %) y relacional (33,3 %) del alumnado. “Tras una emergencia, las heridas que más perduran en el tiempo son las psicológicas. En este caso, hemos echado en falta que la administración habilitara más espacios seguros, protectores y de buen trato hacia la infancia y la adolescencia para reducir el impacto psicoemocional de estos niños y niñas”, subraya el director. 

Los niños, niñas y adolescentes de los municipios afectados por la emergencia han dejado de realizar actividades deportivas (45,4 %), al aire libre (28,0 %), recreativas o culturales (25,0 %) y extraescolares (24,7 %). “No entendemos cómo, todavía hoy, muchos de los espacios donde niños, niñas y adolescentes se relacionan siguen sin estar rehabilitados, cuando son esenciales para su desarrollo”, lamenta Hernández. 

La crisis climática es una realidad para la infancia valenciana 

Las lluvias, inundaciones y destrozos provocados por la dana Alice este mes de octubre han reavivado el miedo de hace un año en la provincia. En junio, Save the Children alertaba que el 93% de los niños y niñas de esta región sufrirá al menos un fenómeno climático extremo al año, lo que convierte a la Comunitat Valenciana en la cuarta región más expuesta de España. 

Las familias en situación de pobreza son las más expuestas a sufrir las consecuencias de este calentamiento global. Esto se debe a que las poblaciones más vulnerables viven en zonas más impactadas por los eventos climáticos extremos y tienen menos capacidad de adaptación. “Las familias con menos recursos han visto cómo el impacto de la dana en la vivienda y en el empleo les ha supuesto una enorme pérdida de poder adquisitivo y mayores dificultades de conciliación, especialmente en el caso de las familias monomarentales”, apunta Hernández. 

"Con el barro en la mochila" muestra que casi el 15 % de las familias encuestadas perdió su vivienda y que una de cada cuatro considera que su hogar es ahora menos seguro para los niños, niñas y adolescentes que antes de la dana. Además, cuatro de cada cinco familias (80,3 %) residentes en los municipios de la “zona cero” viven en edificios aún con reparaciones pendientes o directamente en viviendas muy afectadas, pero en las que se ven obligadas a seguir residiendo. 

Una reconstrucción centrada en la infancia 

Un año después, la reconstrucción del territorio se impulsa sobre todo desde las infraestructuras y la reactivación económica. Save the Children advierte de la importancia de no dejar de lado a la infancia, un colectivo de atención prioritaria en este proceso. 

La organización detalla que para mantener a la infancia en el centro de esta reconstrucción es imprescindible que se incluyan a los niños y niñas en la toma de decisiones. “Es necesario reforzar la respuesta en ámbitos como el de la educación, la salud mental y el apoyo a familias en situación de vulnerabilidad, incorporando un enfoque preventivo y situando a los niños y niñas en el centro de las decisiones para garantizar sus derechos y fortalecer su resiliencia ante futuras emergencias”, concluye el director de Save the Children en Valencia. 

___________________________________________________________________________________

Nota metodológica 

Con 2.349 respuestas anónimas y voluntarias de un cuestionario a familias con niños, niñas y adolescentes a cargo residentes en uno de los 103 municipios afectados por la dana, según el listado definido por la Resolución de 16 de diciembre de 2024, de la Presidencia de la AVSRE (DOGV Núm. 10008 / 18.12.2024). Abierto de mayo a julio de 2025. 92 % de las respuestas obtenidas provienen de familias que viven en zona cero. 

Con las aportaciones cualitativas de niños, niñas y adolescentes, familias, profesionales (entidades sociales, técnicos municipales, profesorado, etc.) y responsables políticos en grupos de discusión y entrevistas en profundidad desarrollados entre abril y octubre de 2025. 

Sobre Save the Children en la Comunitat Valenciana 

Save the Children estableció desde el primer dio una respuesta en la emergencia dana basada en dos pilares fundamentales: nuestra experiencia de más de 100 años en emergencias internacionales y nuestro trabajo desde hace más de 30 años con población infantil y familias en situación de vulnerabilidad en las zonas afectadas por la dana de la provincia de Valencia. 

El objetivo de la organización ha sido ofrecer espacios de protección en los diferentes municipios golpeados por la dana, facilitar ayudas económicas directas a las familias más vulnerables, apoyar a organizaciones que trabajan directamente con la infancia en la zona cero y aportar soluciones eficientes para la respuesta. Además, participar junto a las administraciones y las entidades locales en la reconstrucción de las zonas afectadas a través de proyectos e iniciativas testadas científicamente y con un componente claro de innovación que nos ayude a mejorar la respuesta del conjunto de la Comunitat Valenciana en materia de derechos de infancia. 

El trabajo de Save the Children ha permitido garantizar el bienestar de los niños y niñas, promoviendo su recuperación física y emocional mediante apoyo psicosocial y fortalecimiento de su resiliencia a través de 7 espacios seguros en fase de emergencia y 2 en fase de reconstrucción y 3 en periodo vacacional para la infancia en 6 localidades afectadas, satisfacer las necesidades básicas económicas inmediatas y de reconstrucción de niños y niñas más vulnerables de más de 650 familias, gravemente impactados por las inundaciones. 

También ha colaborado para mejorar las condiciones de respuesta y atención a las familias afectadas de más de 50 proyectos de respuesta de organizaciones locales y asociaciones presentes en la zona de la emergencia y participar en más de 70 iniciativas con las autoridades locales, regionales y estatales para influir en las políticas públicas, asegurando un enfoque centrado en la infancia y proponiendo mejoras para atender las necesidades de las familias más vulnerables. 

Un año después, Save the Children dice que en fase de emergencia ha llegado a más de 11.250 personas de manera directa y más de 20.000 de manera indirecta. En la fase de reconstrucción no vamos a parar de trabajar con la población infantil más vulnerable afectada por la emergencia dana, el equipo de Save the Children continuará trabajando con la misma fuerza para garantizar que la reconstrucción esté a la altura de la infancia.