Un bebé de 20 días y una adolescente embarazada de 17 años, últimas víctimas de la Covid-19 en el norte de Siria

 

Amán, 30 de septiembre de 2021. Save the Children asegura que un bebé de 20 días y una adolescente embarazada de 17 años se encuentran entre las últimas víctimas de la Covid-19 en el norte de Siria. La organización expresa su preocupación ante el aumento drástico del número de personas que están contrayendo el virus en esta región. 

Save the Children reitera su llamamiento a la comunidad internacional, en particular a los países que ya se han beneficiado de la implementación de vacunas, que apoyen y financien urgentemente a las autoridades y ONG pertinentes en la lucha contra la pandemia y ayuden a los niños y niñas afectados.

La organización detectó a principios de septiembre un fuerte aumento en los casos de Covid-19 en el noroeste de Siria, particularmente de la variante Delta, con solo una docena de camas en las unidades de cuidados intensivos.

Según la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria, en el noreste del país, incluidos los campos de Roj, Al Hol, Washukani y Areesha, se han registrado 27.296 casos de coronavirus y 908 muertes desde el inicio de la pandemia. Los casos confirmados de han aumentado significativamente en los últimos meses, incluso en más del 26% entre agosto y septiembre.

“Una sola muerte por coronavirus es demasiado, pero oír que también ha acabado con la vida de un bebé y de una joven de 17 años es devastador”, lamenta Sonia Khush, directora de Emergencias de Save the Children en Siria. “Este virus ha estado con nosotros durante casi dos años y sabemos que no desaparece sin más. Sin una inyección urgente de fondos, los casos seguirán aumentando y miles de niños y niñas que viven en algunas de las condiciones más extremas del mundo ni siquiera tendrán la oportunidad de acceder ni si quiera a la atención sanitaria básica que ofrecemos a la población. El mundo no debe apartar la mirada”, añade.

Además del bebé de 20 días y la niña de 17 de Idlib, un profesor que trabajaba en un centro móvil apoyado por Save the Children a través de la organización socia ATAA en el noroeste de Siria murió de Covid-19 la semana pasada.

“Me dijo que estaba extremadamente cansado y que sospechaba que tenía coronavirus, así que se hizo la prueba de inmediato. No recibió la atención adecuada en un hospital público, por lo que fue trasladado a un hospital privado, pero solo en el último momento porque no podía pagarlo. Su situación se deterioró rápidamente después de llegar al hospital y luego murió”, cuenta Ammar, colega del profesor fallecido.

Además de una emergencia de salud pública, Save the Children asegura que los cierres están impidiendo que la ayuda y los servicios básicos lleguen a las personas que viven en algunas de las peores condiciones del mundo.

La organización continúa brindando servicios que salvan vidas, como vales de comida y protección infantil en los campamentos de Roj, Al Hol, Washukani y Areesha, pero muchos de sus otros servicios, incluidos espacios de aprendizaje temporales, espacios amigables para los niños y niñas y áreas para madres y bebés han sido suspendidos, impactando a unos 8.615 niños y niñas. 

Las escuelas permanecen cerradas en el noroeste de Siria desde el 25 de septiembre, hecho que obligó a 12.278 niños y niñas inscritos en los centros educativas respaldadas por Save the Children a volver al aprendizaje a distancia a pesar del acceso limitado a internet y al suministro eléctrico.
 
La región también está experimentando una grave escasez de pruebas de PCR, EPIS, salas de UCI, entre otras carencias sanitarias.

Bassam, supervisor del Centro de Atención Comunitaria de Violet, organización socia de Save the Children en la zona, afirma que actualmente se encuentran en el pico de la propagación del brote en Idlib. “Hoy en día, cuando pasamos por centros de aislamiento y hospitales en Idlib, vemos colas abarrotando las entradas. Apenas queda espacio en los hospitales o centros de aislamiento. Los hospitales están llenos casi en un 99%. Además, la tasa de propagación del virus en los campamentos es muy peligrosa ya que están superpoblados", explica.

Save the Children pide más fondos para apoyar el establecimiento de centros de tratamiento y clínicas que incluyan más camas de UCI y ventiladores de oxígeno para tratar los casos más críticos. También considera que es urgente aumentar los fondos para apoyar a los estudiantes que se someten al aprendizaje online y garantizar que se les proporcione el equipo y los materiales de aprendizaje necesarios.

Con el fin de paliar los efectos de esta situación en la infancia vulnerable y en sus familias, la organización está ofreciendo atención individualizada para casos urgentes, apoyo en la alimentación de bebés y niños y niñas pequeños para madres que amamantan, así como sesiones de sensibilización sobre el coronavirus en el noreste de Siria. Además, los centros de cuidados provisionales aún están en funcionamiento y los equipos de Save the Children están preparando medidas de mitigación en caso de que se prolonguen los cierres y el aprendizaje deba revertirse a modalidades de aprendizaje a distancia durante más tiempo.

Sobre Save the Children

Save the Children es la organización independiente líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Trabaja desde hace más de 100 años para asegurar que todos los niños y niñas sobreviven, aprenden y están protegidos. Actualmente la organización opera en más de 120 países.

En España trabaja desde hace más de 20 años con programas de atención a los niños y niñas más vulnerables, centrados en la infancia en riesgo de pobreza o exclusión social. A través de estos programas, proporciona una atención integral a los niños, niñas y sus familias para que la situación económica o de exclusión social en la que viven los niños no les impida disfrutar plenamente de sus derechos y puedan alcanzar el máximo de sus capacidades.