Una de cada tres niñas migrantes que llega a España e Italia desde el norte de África experimenta o es testigo de violencias sexuales y de género

GIRLS ON THE MOVE

 

TÚNEZ, 31 de mayo de 2023: Una de cada tres niñas migrantes en el norte de África experimentó o presenció abusos sexuales u otras formas de violencia de género mientras huía de sus países de origen para encontrar seguridad, según el estudio Girls on the Move in North Africa’, una investigación sobre las niñas y jóvenes migrantes africanas hacia España e Italia, publicado este miércoles por Save the Children.

Este análisis aborda el tema, rara vez investigado, de las niñas migrantes y concluye que muchas niñas huyeron de sus hogares debido a la violencia, la falta de perspectivas de trabajo, así como los conflictos familiares y la exposición al abuso y el matrimonio forzado, pero luego enfrentaron más amenazas y peligros en sus viajes hacia o a través del norte de África.

Los desastres, los conflictos y la violencia han provocado un número récord de personas que abandonan sus países de origen, y alrededor de 281 millones de personas en todo el mundo son migrantes internacionales. Oriente Medio y África del Norte es el hogar del mayor número de niños migrantes internacionales, y el número de niñas que migran está aumentando.

"Las niñas que están migrando necesitan apoyo específico que tenga en cuenta los riesgos y barreras de género que enfrentan", subraya Tory Clawson, director de la Iniciativa de Migración y Desplazamiento de Save the Children.

La investigación realizada por Save the Children y la empresa social Samuel Hall se basó en entrevistas realizadas en 2022 a niñas y mujeres jóvenes de entre nueve y 24 años, principalmente de países del África subsahariana, que migran hacia o a través de Libia, Túnez y Marruecos, así como las que llegan a Italia y España.

Violencia en casa o huir del matrimonio forzoso 

El estudio encontró que una de cada cinco niñas entrevistadas citó la violencia en el hogar como una razón para la migración*, mientras que una de cada siete niñas mencionó huir para escapar del matrimonio forzado o precoz*.

"Mis hermanas huyeron de casa y no tenemos noticias de ellas hasta el día de hoy. Y cuando mi papá se enteró, me quemó los pies para que no pudiera salir. Dijo que, si no tienes pies, no puedes salir. Me quemó con hierro, me marcó con hierro y fuego para que no huyera como mis hermanas... Hui de mi pueblo... No quería que me encontrara y me hiciera las mismas heridas o me obligara a casarme", contó Rainatou*, de 20 años y vive en España. Su padre la golpeó repetidamente e intentó casarla con un anciano con tres esposas. Finalmente, logró escapar de su aldea. Sola y sin dinero, caminó durante cinco días antes de ser recogida por un camión y llevada a la ciudad más cercana.

Si bien las oportunidades de planificación anticipada suelen ser limitadas, muchas niñas desconocen el alcance total de los riesgos y peligros que entraña la migración antes de viajar.  Algunas niñas emplearon mecanismos de supervivencia para ayudar a minimizar los peligros, como vestirse como niños o viajar con compañeros o adultos para protegerse.

Marie*, de 14 años, de Camerún, que viajó con su madre, describió múltiples casos de ser encerradas en casas en Marruecos y Argelia: "Llegamos a un pequeño pueblo. [...] La gente vino a recogernos y llevarnos a otro lugar con mujeres y niños. Nos quedamos unos días sin salir del lugar, comer o beber. En este lugar, estaban violando a personas e incluso niños. Estaban a punto de violarme a mí también, pero mi madre logró salvarme".

Otro riesgo común durante la migración a través del norte de África fue el arresto o la detención. Noella*, de 16 años, es de Costa de Marfil y ahora vive en Italia. Fue interceptada por la guardia costera libia y enviada a un centro de detención. "Me golpearon la cabeza contra la pared en Libia. Me pidieron dinero y no tengo familia, así que me trataron mal. Otras veces te ponen una bolsa de plástico en la cara. Querían lastimarte". 

Dificultades para acceder a los servicios sociales y médicos

Además de las amenazas y peligros, es probable que las niñas también encuentren barreras para acceder a los servicios sociales básicos, incluida la atención médica. Una de cada seis niñas entrevistadas informó de barreras en el acceso a los servicios tanto en tránsito como en su destino final*.

Las niñas que migran necesitan acceso a la atención médica, incluida la atención de salud mental, pero también a los servicios de salud materna y al registro de nacimientos, así como a la educación y la vivienda. Las barreras lingüísticas, la desconfianza en las autoridades, combinadas con la falta de documentación y conocimiento de los servicios disponibles, son otros desafíos.

"Comenzando en sus países de origen, las niñas y sus familias necesitan un mejor acceso a la información sobre la migración antes de su partida, para que puedan tomar decisiones informadas y tomar medidas para que el viaje sea lo más seguro posible si deciden mudarse. En los lugares de tránsito, se necesitan intervenciones urgentes para mejorar el acceso de las niñas a los servicios sociales, incluida la atención médica", incide Clawson.

RAZONES PARA EMIGRAR:

  • Más de 1 de cada 3 describieron haber experimentado o presenciado abuso sexual u otras formas de violencia de género, según 24 de las 68 chicas entrevistadas.
  • 1 de cada 5 de las niñas citan la violencia como una razón para la migración, según 15 de las 68 niñas entrevistadas.
  • 1 de cada 7 de las niñas citan escapar del matrimonio forzado o precoz como una razón para la migración, según 10 de las 68 niñas entrevistadas.
  • 1 de cada 6 de las niñas entrevistadas informaron de barreras en el acceso a los servicios tanto en tránsito como en su destino final, según 11 de las 68 niñas entrevistadas.

Esta investigación es cualitativa y proporciona una instantánea de las experiencias de las niñas migrantes. El informe es parte de la serie de investigación más amplia Girls on the Move.  La investigación se realizó antes de eventos políticos importantes, como el conflicto interno en Túnez, por lo que la situación de las niñas ahora podría ser aún peor.

*Los nombres se han cambiado para preservar la intimidad y seguridad de las entrevistadas.