Una generación de niños en Gaza al borde de una crisis de salud mental, según una nueva investigación de Save the Children

Fotos + video con imágenes de recurso para TV: https://we.tl/0xAvxmRUDN

Madrid, 4 de junio de 2018. El 95 por ciento de los niños de Gaza declaran tener sentimientos de depresión, hiperactividad, preferencia por estar solos y agresividad, según una nueva investigación publicada por Save the Children.

La combinación de estos síntomas en conjunto concuerda con la angustia psicológica profunda, y más del 96 por ciento de sus cuidadores también dicen que reconocieron los cuatro grupos de síntomas en sus hijos, hijas o nietos.

La encuesta, en la que participaron 150 cuidadores y 150 niños y niñas que viven en Gaza, se llevó a cabo antes de la reciente ola de protestas en la que más de 100 personas, incluidos 14 niños, fueron asesinados en seis semanas por las fuerzas israelíes.

Los hallazgos revelaron que los niños de Gaza ya mostraban antes del recrudecimiento de la violencia signos preocupantes de angustia, incluidas pesadillas, que experimentaron un 63 por ciento, así como dificultades para dormir, declaradas por un 68 por ciento de los menores.

Para los niños, la amenaza del conflicto, el miedo a las bombas y la constante inseguridad causada por la inestable situación política es la mayor fuente de estrés, y el 60 por ciento de los cuidadores manifiesta que esta situación está pasando factura. Además, los sonidos de los aviones son citados como la mayor fuente de miedo en el 78 por ciento de los niños.

Los niños y las niñas afirman con frecuencia que están "asustados" o que se sienten "inseguros" ante la posibilidad de una guerra o de que "arrojen bombas" contra ellos y sus familias. Esto lleva a algunos de ellos a no querer dormir por la noche para "no tener malos sueños".

"Tengo muchas pesadillas horribles y una sensación constante de miedo a ser blanco de una bomba o un bombardeo, de ser herida o de que me maten", explica Samar, una niña de 15 años de Gaza que ha vivido tres guerras, no recuerda nada más que la vida bajo el bloqueo y que recientemente asistió a las protestas de la Marcha del Retorno.

"Este sentimiento se ha apoderado de mí y de muchos otros niños también. Hay muchos niños con daños psicológicos a causa de su miedo; están aterrorizados y esto ha afectado enormemente su comportamiento".

Save the Children está profundamente preocupado por la creciente violencia que están experimentando los niños y la creciente sensación de incertidumbre que está acabando con su capacidad de recuperación.

"Cuando fui a la Marcha y vi personas heridas, me puse muy triste", dijo Samar. "Lloré viendo que niños inocentes que no estaban cometiendo ningún delito eran heridos y lloré cuando vi niños muertos. Fue desgarrador y doloroso. Todavía estoy triste, eran solo unos niños y los he visto heridos, es una sensación realmente dolorosa".

A pesar de las enormes presiones que enfrentan muchos niños, la investigación revela que la mayoría muestra signos de resistencia. Más del 80 por ciento señala que puede hablar con sus familiares y amigos sobre sus problemas y el 90 por ciento dice que se siente apoyado por sus padres.

"Gran parte de la seguridad de los niños está relacionada con la sensación de estabilidad que sus familias pueden ofrecer, expresando más del 80 por ciento de los 150 niños entrevistados que no se sienten seguros lejos de sus padres", afirma la Dra. Marcia Brophy, Consejera de Salud Mental para Save the Children en Medio Oriente.

"Sin embargo, las últimas semanas hemos visto a miles de niños sufrir por la lesión o la muerte de un padre, madre o pariente. Tal pérdida de la seguridad de la familia en un entorno ya de por sí inseguro corre el riesgo de empujar a los niños al borde de una crisis de salud mental y plantea una amenaza significativa para los frágiles mecanismos de supervivencia de los niños. Les coloca en una posición de alto riesgo de estrés tóxico, la forma más peligrosa de respuesta al estrés causada por una exposición fuerte o prolongada a la adversidad", añade Brophy.

Se esperan nuevas protestas hasta el 5 de junio, la conmemoración del desplazamiento forzado que ocurrió después de la guerra de 1967. Más de 1.000 niños, y al menos 11.000 adultos, ya han sido heridos por las fuerzas israelíes desde que comenzaron las protestas.

"Es muy pronto para comprender el impacto total que la violencia reciente ha tenido en los niños, algunos de los cuales han perdido a un padre o ser querido, o han tenido que ser cuidadores de los heridos en las protestas", insiste Brophy. "Lo que sí sabemos es que la desaparición de la seguridad de la familia es uno de los desencadenantes clave para los problemas de salud mental que sufren los niños en conflicto. Una generación entera de niños en Gaza está al borde del precipicio, donde un golpe más podría tener devastadoras consecuencias para toda la vida".

Los últimos diez años las familias han enfrentado toda una serie de dificultades e incertidumbres en Gaza. El bloqueo israelí, así como tres conflictos, han ejercido una enorme presión sobre la economía y los servicios básicos.

Casi el 90 por ciento de los 150 cuidadores entrevistados dijeron que el bloqueo ha tenido un impacto significativo en sus vidas diarias y la de sus hijos. La escasez generalizada de electricidad, que deja a la mayoría de las familias con unas pocas horas de energía al día, es citada como el factor negativo más importante, que afecta al 60 por ciento de los niños.

Los niños a menudo expresan sentirse "enfadados" cuando cortan la electricidad o manifiestan sentirse ansiosos, solos y que "no hay nadie con ellos" durante la noche cuando las luces están apagadas. Mientras tanto, los cuidadores se muestran más preocupados por el deterioro de la situación económica, y casi la mitad dice que es su mayor fuente de estrés o temor.

En los últimos 15 años, la tasa de pobreza ha aumentado del 30 a más del 50 por ciento, mientras que el desempleo ha aumentado del 35 al 43 por ciento y ahora se sitúa en un 60 por ciento entre los jóvenes. Hace menos de 20 años, el 96 por ciento de las personas tenía agua potable, ahora el 93 por ciento no dispone de ella. Los suministros médicos y de alimentos son también escasos y caros, mientras que los permisos para salir de Gaza para recibir tratamiento médico son cada vez más difíciles de conseguir.

"Muchos niños en Gaza no han vivido nada más que el bloqueo, la guerra y un creciente ciclo de privación. Su estrés y ansiedad se agravan con cada día que continúan viviendo en esta situación de incertidumbre. Y, además de eso, muchos han sido heridos o han sido testigos de actos de violencia", denuncia Jennifer Moorehead, directora de Save the Children en el territorio palestino ocupado. "Están tratando de recuperarse en una situación extremadamente desafiante donde no hay suficientes camas de hospital o medicamentos para tratar adecuadamente a los niños, donde no hay electricidad la mayor parte del día y donde cada vez más ven a sus padres luchando para llegar a fin de mes”, agrega.

"Los niños de Gaza son fuertes, pero deben recibir urgentemente más apoyo para superar sus experiencias traumáticas. La comunidad internacional necesita aumentar su ayuda y facilitar más apoyo psicosocial en las escuelas, en las actividades extraescolares y los hogares. Solo dando este paso inmediato, así como centrándose en terminar el bloqueo y encontrar una solución duradera y justa, los niños tendrán un futuro más esperanzador".

Nota para los editores
Save the Children es una de las organizaciones no gubernamentales más grandes que trabajan en Gaza, atendiendo tanto las necesidades humanitarias más inmediatas como de desarrollo a largo plazo de niños y adultos. La organización tiene más de 30 años de experiencia en el terreno y actualmente implementa programas en las áreas de educación, protección infantil, medios de subsistencia y oportunidades económicas, y salud psicosocial. También proporciona agua y servicios de saneamiento y trabaja a través de contrapartes para proporcionar otros servicios.

A través del Centro de Desarrollo MAAN, una ONG socia en el terreno que brinda apoyo psicológico y servicios de referencia a los heridos, Save the Children ha llegado a más de 200 niños, incluidos más de 125 de los que han recibido disparos con munición real.

La investigación de salud mental se realizó en febrero de este año. 150 niños y 150 cuidadores en Gaza fueron entrevistados para la investigación. Los hallazgos se publicarán en su totalidad en un informe que se espera para fines de 2018. La edad promedio de los niños entrevistados es de 14 años. Se entrevistó tanto a niños como a niñas para el estudio.