Sevilla, 4 de septiembre de 2025 – A pocos días de que dé comienzo el curso escolar 2025-26, Save the Children insta a realizar una reflexión sobre la importancia de acometer medidas más contundentes para reducir el número de jóvenes que dejan las aulas en Andalucía y el resto de España. Si no se trabaja para que se reduzca la tasa de abandono educativo temprano, de los 400.520 adolescentes andaluces que cursarán la ESO en el curso escolar 2025-26, 62.241 abandonarán los estudios de forma temprana, según las estimaciones de la ONG. Esto supone que cuando tengan entre 18 y 24 años, estos jóvenes no habrán completado la segunda etapa de educación secundaria, ni estarán formándose para alcanzar ese nivel educativo.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, la tasa de abandono educativo temprano –el porcentaje de jóvenes de 18 a 24 años que ha dejado los estudios sin haber obtenido al menos un título de Bachillerato o de FP– es actualmente un 15,54% (13% a nivel estatal), cifra que supone una mejora sustantiva con respecto a hace 10 años, cuando se situaba en el 24,92% (21,9% a nivel estatal).
“Tememos que la tasa se estanque en torno a ese 15% en los próximos años”, asegura Javier Cuenca, director de Save the Children en Andalucía. A pesar de la evolución positiva, España sigue por encima de la media de los países de la Unión Europea, que es del 9,5%, y sitúa a España como el segundo país con mayor tasa de abandono escolar, solo por detrás de Rumanía, país que alcanza el 16,6%. La tasa en Andalucía es superior al de otras comunidades como Euskadi (5,02%), Comunidad de Madrid (10,52%), Comunidad Valenciana (12,88%) o Cataluña (13,73%).
“Esta situación es una anomalía, al igual que lo es que España tenga las tasas de pobreza infantil más elevadas de la Unión Europa, pese a ser la cuarta economía de región. Resulta inaceptable que esta situación se mantenga, con el riesgo incluso de estancarse o ir a peor si no hay un verdadero compromiso político a nivel nacional, autonómico y local”, añade Cuenca.
Existe una correlación directa entre la pobreza y el abandono escolar ya que en los hogares más vulnerables se dan grandes dificultades para el acceso a recursos educativos básicos como libros, gafas o ropa, así como a actividades extraescolares, lo que afecta directamente al rendimiento y permanencia escolar. Según el informe Todo lo que debes saber de PISA 2022 sobre equidad, elaborado por ESADE y Save the Children, a igual rendimiento, los niños y niñas de menor nivel socioeconómico tiene casi 4 veces más de probabilidad de repetir curso que los de mayor nivel socioeconómico.
Los jóvenes con mayores tasas de abandono educativo presentarán en el futuro una situación laboral más vulnerable, con mayores tasas de paro y más tiempo buscando un empleo, así como salarios más bajos, lo que desemboca en menores niveles de satisfacción con la vida.
Propuestas para una solución realista
Save the Children, al igual que apunta la OCDE, insta a tomar medidas como la creación de un índice de vulnerabilidad que pueda servir para financiar adecuadamente las escuelas con mayores necesidades o la asignación de recursos a las familias en vulnerabilidad, la promoción de la formación del profesorado en educación inclusiva o la reducción de la repetición del curso a casos muy excepcionales (como cuando se da un retraso madurativo significativo, ausencias prolongadas por motivos médicos o personales o dificultades graves de aprendizaje no superadas con refuerzo).
Dado que la población migrante tiene unas tasas de abandono escolar más elevadas, resulta fundamental y beneficiario para el conjunto del alumnado que también se trabaje para acabar con la segregación escolar, evitando criterios de admisión potencialmente excluyentes, garantizando la gratuidad de todos los centros sostenidos con fondos públicos, y ofreciendo información fiable sobre los procesos de admisión a las familias más vulnerables.
Enfoque integral para reducir la brecha
Save the Children trabaja para prevenir el abandono escolar desde un enfoque integral, combinando intervención directa, innovación social e incidencia política basada en evidencia. Su objetivo es garantizar que todos los niños y niñas tengan las mismas oportunidades de aprender y desarrollarse, sin importar su contexto.
A través de programas en cinco comunidades autónomas, la ONG desarrolla modelos educativos inclusivos que promueven el éxito escolar desde la primera infancia, creando entornos seguros y estimulantes que atienden todas las dimensiones del desarrollo infantil.
Asimismo, colabora con las administraciones públicas para mejorar las políticas educativas y desde Impact –su Laboratorio de Innovación Social– diseña soluciones escalables y adaptables a distintos contextos.