Yemen: Un millón más de niños en riesgo de hambruna a medida que los precios de los alimentos y el combustible se disparan en todo el país

Cualquier interrupción en el suministro de alimentos y combustible que llegue a través del puerto de Hodeida podría causar inanición a una escala sin precedentes, advierte Save the Children.

Hodeida, 19 de septiembre. Un millón más de niños en grave situación de inseguridad alimentaria en Yemen corren el riesgo de caer en la hambruna mientras las familias luchan por hacer frente a los gastos de alimentos básicos y el transporte a las instalaciones sanitarias para recibir tratamiento. Esto eleva el número de niños en Yemen en riesgo de hambruna a 5,2 millones. Más de dos tercios (64,5 por ciento) de la población de Yemen no saben de dónde vendrá su próxima comida.

Hodeida experimenta renovados combates y existe un riesgo real de que su puerto, un salvavidas vital para la entrada de productos y ayuda para el 80 por ciento de la población yemení, pueda dañarse o cerrarse temporalmente, reduciendo el suministro de alimentos y combustibles disponibles y aumentando los precios aún más. Esto pondría la vida de cientos de miles de niños en peligro inmediato mientras empuja a millones más hacia la hambruna. Naciones Unidas ha advertido que el hecho de no mantener la entrada de alimentos, combustible y ayuda a Yemen, particularmente a través de Hodeida, podría provocar una de las peores crisis de hambre en la historia.

Una moneda en depreciación y una economía en colapso están empujando a las comunidades al borde de la hambruna. Los precios de los alimentos han aumentado una media del 68 por ciento desde 2015. El Rial yemení (YER) se ha depreciado casi un 180 por ciento en el mismo período. Ahora cuesta 600 YER comprar un dólar estadounidense, por encima de los 215 YER cuando el conflicto se intensificó hace más de tres años. El precio de los combustibles básicos como gasolina, diésel y gas para cocinar ha aumentado en un 25 por ciento entre noviembre del año pasado y septiembre de 2018. El precio de los alimentos se ha duplicado en algunas partes del país en cuestión de días.

Aunque por el momento hay provisiones de alimentos en el mercado, las familias no pueden permitirse ni siquiera los artículos más básicos como pan, leche o huevos, lo que empeora aún más su situación ya de por sí precaria. Nuestros equipos han escuchado que algunos hogares se ven obligados a tomar decisiones imposibles, como tener que elegir entre llevar a un bebé desnutrido al hospital o alimentar al resto de la familia.

El Dr. Ali, Asesor de Nutrición de Save the Children en Amran, Yemen, dijo:
"Me he dado cuenta del deterioro de la situación financiera de las personas, ya que es muy común que los padres no traigan a sus hijos a las instalaciones sanitarias para recibir tratamiento, simplemente porque no pueden pagar los costos de transporte. Las personas no han recibido salarios durante años y no tienen otra fuente de ingresos, por lo que simplemente no tienen el dinero para llevar a sus hijos al hospital".

Una encuesta reciente de la ONU de 2.098 encuestados en todo Yemen confirma la magnitud del problema. Un alarmante 98 por ciento de los hogares dijeron que los alimentos eran su principal gasto. Igualmente alarmante, el 93 por ciento mencionó los altos precios de las materias primas como su principal desafío, incluidos los alimentos y el combustible, mientras que el 72 por ciento de los hogares dijeron que están reduciendo el consumo de alimentos para hacer frente a la falta de ingresos.

Las encuestas de nutrición realizadas durante la primera mitad de 2018 confirman las alarmantes tasas de desnutrición. En Hodeida, por ejemplo, que alberga el puerto comercial más grande de Yemen y la principal puerta de entrada de alimentos y combustible al resto del país, uno de cada veinte niños menores de cinco años sufre desnutrición aguda severa. La mitad de todos los niños en Yemen tienen retraso en su crecimiento.

Helle Thorning-Schmidt, CEO de Save the Children International, dijo "La crisis nutricional en Yemen tiene serias implicaciones. Millones de niños no saben cuándo será su próxima comida o si la habrá. En un hospital que visité en el norte de Yemen, los bebés estaban demasiado débiles para llorar, con el cuerpo agotado por el hambre. Esto podría ser cualquier hospital en Yemen.

Los niños con desnutrición severa tienen 12 veces más probabilidades de morir a causa de enfermedades prevenibles como la neumonía, el sarampión, el cólera o la difteria. Los niños con retraso en el crecimiento sufren daños físicos y a menudo secuelas cognitivas irreversibles a largo plazo. Es esencial que los niños reciban la comida que necesitan para sobrevivir y prosperar".

Lo que sucede en Hodeida tiene un impacto directo en los niños y las familias en todo Yemen. Incluso la interrupción más pequeña en los suministros de alimentos, combustible y ayuda a través de este puerto de vital importancia podría significar la muerte de cientos de miles de niños desnutridos que no pueden obtener la comida que necesitan para mantenerse con vida. El precio del combustible podría elevarse y, como resultado, el transporte, de tal manera que las familias ni siquiera puedan llevar a sus hijos enfermos al hospital.

"Esta guerra corre el riesgo de matar a toda una generación de niños de Yemen que enfrentan múltiples amenazas, desde las bombas hasta el hambre y las enfermedades prevenibles como el cólera. Todas las partes deben acordar una solución política a este conflicto y dar a los niños la esperanza de un futuro mejor. Hagamos que el inmenso sufrimiento de los niños en Yemen termine".

El brutal conflicto en Yemen significa que las comunidades de todo el país enfrentan enormes barreras que les impiden buscar atención para sus niños enfermos y desnutridos, incluidos los obstáculos financieros. Las causas fundamentales de la desnutrición crónica y aguda y los factores que conducen a ella son complejas. Pero el conflicto actual crea condiciones donde la desnutrición puede afianzarse, agravada por la pobreza, la falta de acceso a la ayuda y el bajo nivel socioeconómico. Las mujeres, las niñas y los niños están sufriendo desproporcionadamente.

 

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Amara tiene 10 meses, hace tres cayó enfermó y tuvo diarreas. Aunque mejoró, continuó perdiendo peso y quedó gravemente desnutrida. Tanto su padre Omar como su mujer están desempleados y apenas pueden facilitarle alimento diario a Amara.

“La vida ha cambiado mucho durante la guerra. Lo más difícil para mi familia es el aumento de los precios. Incluso si logro encontrar trabajo, el coste de los alimentos es demasiado alto. Solíamos comer carne y pescado, pero ahora solo puedo pagar el pan, así que eso es lo que comemos. A veces también podemos comer verduras si  consigo ahorrar. A menudo pasamos dos días enteros sin comer, y me siento muy culpable cuando eso sucede. Siento que le he fallado a mi hija”, dice Omar.

 

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Mansur tiene 14 meses y sufre desnutrición aguda severa. Comenzó a estar desnutrido hace siete meses, cuando tuvo diarrea. Su padre solía trabajar como agricultor antes del conflicto, pero ahora lucha por encontrar trabajo. Como consecuencias, la familia no puede pagar los alimentos que sus hijos necesitan. El principal alimento que consume la familia es leche del ganado de su vecino y algo de pan.

"Mi marido vendió nuestra tierra para sobrevivir en esta crisis. Cuando comenzó, no podíamos encontrar nada para comer. El médico dijo que Mansur está mejorando. Me dio alimento nutritivo para mi hijo. Me dijo que debería continuar amamantando y me explicó por qué es importante ", dice Lamia, la madre de Mansur.

Sobre Save the Children
Save the Children es la organización independiente líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Trabaja en más de 120 países salvando vidas, proporcionando seguridad y protección a los niños y las niñas y defendiendo sus derechos en el marco de la Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas.

En España trabaja desde hace más de 20 años con programas de atención a los niños y niñas más vulnerables, centrados en la infancia en riesgo de pobreza o exclusión social. A través de sus programas en España, proporcionan una atención integral a los niños, niñas y sus familias para que la situación económica o de exclusión social en la que viven los niños no les impida disfrutar plenamente de sus derechos y puedan alcanzar el máximo de sus capacidades.