Save the Children busca desarrollar un programa piloto alineado con el Enfoque Común de Educación para Niñas, que la organización viene trabajando a nivel global, con objeto de contribuir al acceso y la educación de calidad e inclusiva de las niñas en situación de mayor vulnerabilidad. Para ello, ha desarrollado una intervención adaptada a la realidad de la región de Kolda, que gira en torno a los siguientes ejes de intervención: i) participación activa de las comunidades beneficiarias, incluidas las autoridades locales y las comunidades escolares, en la mejora de la matrícula, asistencia y éxito académico de las niñas; ii) las escuelas son consideradas como unos espacios seguros, protectores y que promueven el desarrollo integral de las niñas y los niños, con especial énfasis en las niñas; iii) mejora de las destrezas y capacidades de los y las docentes, incluyendo un cambio favorable de la actitud de docentes, hacia la educación de las niñas. Todo ello configura una intervención coherente y cohesionada que crea condiciones propicias para favorecer la educación de las niñas en esta región de Senegal.

El programa también ha previsto, mitigar posibles reacciones adversas que se suelen producir en los programas con acciones positivas dirigidas hacia un especifico grupo meta. Para ello, y debido a que Save the Children intenta producir cambios medibles y duraderos en la vida de los niños y las niñas, el programa busca el incremento del aprendizaje tanto para las niñas como para los niños. Es por ello que se incluyen medidas sensibles al género (pedagogía sensible al género); se sensibilizan las familias a mantener los niños y las niñas en la escuela, y muy particularmente a las niñas, a través de actividades que trabajan el cambio de comportamientos; se facilitan competencias para navegar con éxito en la transición hacia la adolescencia; y promueve el apoyo entre pares mediante la asignación de mentores para que las niñas vean en ellos modelos a seguir para seguir asistiendo y tener éxito en la escuela de la misma forma que los niños.

Todo ello para contribuir a que las niñas tengan acceso a una educación de calidad, inclusiva y sensible a cuestiones de género que les permita concluir la enseñanza primaria mejorando su grado de retención (mayor número de años en la escuela implica reducir la probabilidad de matrimonio precoz), tener un mejor y mayor aprendizaje (mayor número de años en la escuela las prepara mejor para hacer frente a su vida adulta), desarrollarse en un entorno protegido (escuelas libres de violencia y sensibles al género) y más saludable (refuerzo de las prácticas de higiene y cuidado de la salud, la suya propia y la de su familia).