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Ciudadanía digital responsable, el único camino para un acceso seguro a las TIC

El uso de las TIC ha de considerarse como un espacio para la acción positiva, como oportunidad donde la interactividad, las redes sociales, las culturas emergentes, los centros y comunidades educativas y las familias han de converger en una experiencia compartida. Para ello es fundamental la alfabetización digital basada en una ética de las relaciones. Todo ello se consigue a través de la educación, no limitando el acceso a la tecnología por razones de edad, discapacidad o una situación económica y social de vulnerabilidad. Con motivo del Día Mundial de Internet, mañana 17 de mayo, queremos recordar la importancia de la educación en el uso de las nuevas tecnologías y asegurar que todos los niños y niñas acceden a ellas en igualdad de condiciones:

1.    Las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (en adelante TIC) representan un espacio para la generación y desarrollo del conocimiento incuestionable. Por esta razón es fundamental eliminar por completo la brecha digital, tanto en su vertiente geográfica, económica y social como en la aptitudinal . Se debe garantizar el acceso a las TIC de todos los niños y niñas en igualdad de condiciones y, especialmente, independientemente de su situación socioeconómica o sus características personales.

2.    Es imprescindible una toma de conciencia de toda la sociedad sobre el civismo, la ética y la responsabilidad en el mundo digital.

3.    Los adultos deben acompañar y orientar a la infancia en su vida digital, en la educación para un uso adecuado de las TIC que vaya más allá del conocimiento de aspectos puramente técnicos y la prevención de peligros online. Por eso, la formación no debe limitarse al conocimiento de las tecnologías y a las técnicas de protección online, sino que debe extenderse a las normas de civismo y buen trato en el mundo virtual y a la educación emocional dirigida a trabajar la asertividad, la empatía y el pensamiento crítico.

4.    El acceso a las TIC debe procurarse a todos los niños y niñas como una herramienta orientada a su desarrollo personal y social. Las oportunidades que brindan internet y las nuevas tecnologías deben ser aprovechadas especialmente por la infancia en situación de exclusión y/o de discapacidad. En este sentido es fundamental facilitar el acceso temprano y autónomo por parte de éstos a Internet y a las tecnologías para facilitar su desarrollo personal y educativo.

5.    Más allá de la formación para un uso responsable de las TIC y de asegurar un acceso a las tecnologías y servicios de internet en igualdad de oportunidades, la protección de los menores de edad en el entorno digital debe procurar que las mismas normas que rigen offline para el acceso a determinados contenidos sean igualmente respetadas en el entorno online. Los límites no se establecen prohibiendo el acceso a las tecnologías y los servicios de Internet, sino que se establecen obligando a los propietarios de tales contenidos y servicios (pornografía, bebidas alcohólicas, etc.) no adecuados para los menores, a que limiten el acceso a dichos contenidos.

6.    Sin duda es necesario promover medidas efectivas y adecuadas para proteger los derechos de los menores de edad contemplados en la Convención de las Naciones Unidas para los Derechos del Niño. En estos momentos, la Unión Europea quiere modificar la política de protección de datos y obligar a los menores de 16 años a contar con el consentimiento parental para utilizar los servicios de Internet (cuentas de correo electrónico, redes sociales y descarga de aplicaciones). Hasta la fecha, esta limitación se aplicaba a los menores de 14 años en España. Esta medida está lejos de dotar de autonomía al adolescente, ya que ésta se fomenta mediante el empoderamiento de las niñas y niños, no limitando sus decisiones. Internet ofrece una ventana abierta al mundo y una amplia gama de oportunidades.  De cuantas más oportunidades puedan beneficiarse los y las adolescentes, mayor será su capacidad de resistencia ante los riesgos potenciales. Para ello, es necesario educar a los niños y niñas en ciudadanía digital ética y responsable  en el mundo digital. Valores como el respeto a la diversidad y la tolerancia han de considerarse elementos esenciales de la convivencia e interacción en el entorno virtual.

 

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