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El precio para acabar con el hambre infantil

Un plan de acción para combatir la malnutrición infantil

Crédito: Oscar Naranjo / Save the children

Son solo 167 euros. Un billete de avión, la factura de gas de un mes en invierno, los libros para empezar un nuevo curso en el cole. Son solo 167 euros los que también permiten proporcionar a un niño hambriento el tipo adecuado de alimentos y apoyo para evitar que pierda la vida a causa de la malnutrición y proteger su cerebro y su organismo de daños permanentes como consecuencia del hambre.

Es obsceno. Millones de niños en el mundo mueren a causa de la desnutrición, del hambre. Y es obsceno que la solución podrían ser solo 167 euros.

En el informe Hambre de cambios revelamos que con tan sólo 27 céntimos de euro al día durante los primeros dos años de la vida de un niño, se le protegería de los devastadores efectos de la malnutrición. Si no se toman acciones durante ese periodo, los efectos de la malnutrición son permanentes. Sin embargo, la cantidad que gastan los gobiernos de los países ricos en nutrición es significativamente inferior.

Más de 178 millones de niños y niñas sufren actualmente malnutrición crónica, causa de un tercio de todas las muertes infantiles a nivel mundial. Obsceno: al final de un día como hoy más de 8.000 niños habrán perdido la vida por causas relacionadas con la malnutrición.

La importancia de la nutrición de las madres

En el informe señalamos que existe la posibilidad de evitar que la malnutrición siga causando daños irreversibles al cerebro y el organismo de los niños y niñas durante sus primeros dos años de vida. Insistimos también en la importancia de que la madre esté bien nutrida durante el embarazo. En los países en desarrollo, un 11% de los bebés sufren malnutrición durante el periodo de gestación y su crecimiento se ve limitado como consecuencia de la escasa dieta de la madre.

En algunos países tan sólo el 5% de los niños y niñas tienen una dieta lo suficientemente variada, lo que quiere decir que el resto de los niños y niñas no reciben alimentos suficientemente variados ni todas las vitaminas necesarias para que sus cerebros y organismos puedan desarrollarse adecuadamente.

Necesitamos un plan de acción mundial

La mitad de los niños y niñas que pasan hambre en el mundo se concentran en tan sólo ocho países: Afganistán, Bangladesh, República Democrática de Congo, Etiopía, India, Kenia, Sudán y Vietnam. Combatir el hambre infantil en estos países y reducir drásticamente el número de niños y niñas que padecen malnutrición costaría 5.820 millones de euros al año.

Los líderes mundiales están concentrando todos sus esfuerzos en producir más alimentos pero también deben encontrar formas para asegurar que las personas más vulnerables puedan adquirirlos. La comunidad internacional debe reconocer la magnitud del problema y responder con las inversiones adecuadas. El informe aborda un plan de acción para combatir la malnutrición infantil con medidas que incluyen la promoción y el apoyo a la lactancia materna, la promoción de cultivos ricos en nutrientes, las redes de seguridad social y las transferencias de dinero para garantizar el acceso a los alimentos, la educación en hábitos de higiene y nutrición o el tratamiento para la malnutrición severa.

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