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Pobreza infantil y exclusión social en Europa

27 millones de niños y niñas están en riesgo de pobreza o exclusión social en Europa

Entre 2008 y 2012, el número de niños y niñas en riesgo de pobreza y exclusión social en Europa aumentó en casi un millón, de ellos 500.000 tan solo en un año de 2011 a 2012. Europa está lejos de alcanzar sus objetivos de reducción de pobreza para 2020, según alertamos en nuestro informe Pobreza infantil y exclusión social en Europa. 

España, el segundo país europeo con más pobreza infantil 

España está a la cola de Europa, junto con Grecia, en capacidad de reducir la pobreza infantil con ayudas sociales. Antes de las prestaciones sociales el porcentaje de niños que viven bajo el umbral de la pobreza es de un 36,8%, después de las prestaciones, de un 29,9%. Las ayudas sociales tan sólo reducen la pobreza infantil en un 6,9%. Si nos comparamos con Irlanda, un país que ha sufrido una situación económica similar a la de España, sus prestaciones sociales han conseguido reducir la pobreza infantil en 32 puntos, pasando de un 49,1% de niños en riesgo de pobreza a un 17,1%.

Con ese 29,9%, España se sitúa en la segunda posición en la lista de países europeos con mayor tasa de niños y niñas bajo el umbral de la pobreza, solo por encima de Rumanía. Si además de tener en cuenta los ingresos de los padres, consideramos el nivel de empleo del hogar y el nivel de privación material, la tasa de niños y niñas en riesgo de pobreza y exclusión social es aún mayor, de un 33,8%,es decir, más de 2.800.000 niños y niñas.

La pobreza no es solo no tener dinero

Los ingresos familiares son uno de los determinantes de la pobreza infantil, pero la pobreza no es solo falta de dinero. Es un problema multidimensional y una de las principales causas de las violaciones de derechos de los niños en Europa. No significa solamente que sus necesidades básicas – como comida, ropa o casa – no estén cubiertas. También está relacionado con la exclusión social, la falta de acceso a servicios o que los niños no puedan relacionarse o participar en eventos socioculturales con otros niños de su edad.

Cuando sea mayor quiero ser muchas cosas, no sé, pero es difícil concentrarse con todo lo que está pasando en casa. Hace muchísimo que no me compro ropa y que no puedo salir con mis amigas porque no puedo pagar ciertas cosas. Lo ideal sería que mi madre encontrara un trabajo y todo mejorara, que fuera más feliz y no se matara por sobrevivir”.

María, 11 años.

La desigualdad es una de las causas de la pobreza, pero también una de sus consecuencias. Según alertó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico en su último informe presentado en marzo, España es el país de la OCDE donde más han aumentado las desigualdades sociales. Nuestro país está, además, a la cabeza en abandono escolar y es el país europeo, junto con Grecia, donde más presupuesto se destina en los hogares a cubrir los gastos de la vivienda. El porcentaje de niños que viven en hogares que gastan más del 40% de los ingresos disponibles en costes de la casa -lo que impide que los padres puedan permitirse otras actividades culturales o de tiempo libre- es de un 20,5% en España, mientras que la media de la UE es de un 11%.

Estos son algunos datos incluidos en el informe:

  • España es el segundo país europeo con mayor tasa de niños que viven en hogares bajo el umbral de la pobreza, con un 29,9%.
  • España tiene un 33,8% de niños y niñas riesgo de pobreza y exclusión social (índice AROPE, que se calcula teniendo en cuenta la tasa de niños y niñas bajo el umbral de la pobreza, la intensidad laboral de los padres y la privación material)
  • España es el país europeo con mayor tasa de abandono escolar, con un 25%.
  • España es el segundo país europeo, después de Grecia, con menor capacidad para reducir la pobreza infantil a través de las prestaciones sociales. 
  • En toda Europa hay casi 27 millones de niños y niñas en riesgo de pobreza o exclusión social.
  • Los niños con padres con baja intensidad laboral -que trabajan poco o nada- tienen un 56,7% más de probabilidades de estar en riesgo de pobreza o exclusión social que aquellos cuyos padres trabajan habitualmente.
  • En los países nórdicos, entre un 12% y un 19% de los niños viven en riesgo de pobreza o exclusión social, en Hungría y Letonia entre un 35% y un 41% y en Bulgaria y Rumanía más de la mitad, con más de un 52%.

Acabar con la pobreza infantil supone tomar las decisiones políticas adecuadas para lograr cambios positivos y duraderos en las vidas de los niños. Estas decisiones están al alcance tanto de los países ricos como de los pobres. La inversión en infancia debe ser un principio fiscal, a nivel europeo, nacional, regional y local ya que los recursos destinados a la infancia hoy se traducirán en beneficios para el conjunto de la sociedad, ahora y en el futuro.

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