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Solos en un nuevo país y en un nuevo continente

Un análisis profundo de la protección de los menores no acompañados en Andalucía, su primer contacto con Europa

El movimiento de personas, el cruce entre las fronteras, es cada vez más frecuente. También el de los niños y niñas que, separados de sus familias, migran solos. Podría decirse incluso que los menores extranjeros no acompañados (MENA) son hoy día protagonistas de una nueva etapa de la migración.

Esta nueva oleada de flujos migratorios está directamente relacionado con el continuo deterioro de la situación social, económica y política que sufren muchos países del llamado Sur. La migración y especialmente la de los niños y niñas migrando solos, debe enmarcarse dentro de la lógica general de las migraciones, y no como un fenómeno aislado o circunstancial.

Andalucía, el primer contacto con un nuevo continente

Aunque España, como puerta de entrada a Europa, no permanece ajena a este fenómeno, la inmigración es relativamente reciente en nuestro país. Y más aún, la de los menores extranjeros no acompañados, el grupo más vulnerable y cuyo número comienza a ser significativo en torno al año 1996. En la actualidad, su situación constituye una grave preocupación para las instituciones sociales y la Administración, que tienen la obligación legal de protegerles y buscar la mejor solución para ellos, a la vez que evitar la vulneración de sus derechos y prevenir los riesgos de una migración precoz y peligrosa.

El informe La protección jurídica de los menores no acompañados en Andalucía analiza y valora cómo están funcionando los sistemas de protección de los niños y niñas que llegan solos a las costas de Andalucía.

La situación geográfica de la región, como un lugar estratégico para el acceso a Europa de los inmigrantes procedentes del continente africano, tanto magrebíes como del África subsahariana, ha determinado que sus costas y puertos se conviertan en zona de llegada para gran parte de la inmigración que accede irregularmente a España y en particular para los menores.

Marruecos como punto de partida

El rango de edades de los menores llegan a España solos oscila entre los 14 y 17 años de edad, aunque se empiezan a constatar la presencia de menores cada vez más pequeños. Aproximadamente el 90% de los niños y adolescentes que llegan a Andalucía solos provienen de Marruecos, un país de contradicciones económicas, sociales y culturales.

Los menores marroquíes emigran solos a Europa cruzando la frontera de manera irregular empleando los más diversos modos, todos peligrosos. Algunos se esconden debajo de los ejes de un camión o un remolque otros cruzan como polizones en los barcos o en pateras. Desde enero del 2003 comienza a aumentar el número menores que llegan en pateras a las costas andaluzas. Que un niño viaje en patera o como polizón en un camión depende de su procedencia. Mientras que los menores que viajan en pateras proceden de zonas rurales o de los barrios periféricos de las ciudades del interior, los niños y niñas que viajan como polizones o escondidos en los camiones, proceden de las periferias de las grandes ciudades portuarias, principalmente Tánger y Casablanca.