Un alto precio que pagar
La amenaza de la subida en el precio de los alimentos para los niños más afectados por la pobreza
Millones de niños y niñas en los países más pobres del mundo sufren ahora el riesgo de la imposibilidad de acceder a una comida que alcanza los precios más elevados de la historia.
En nuestro informe Un alto precio que pagar, apuntamos a los factores que están influyendo en esta situación, como son el cambio climático, el aumento de la población y las tierras cada vez más ocupadas por la producción de biofuel.
El resultado de todo ellos es que los alimentos con más nutrientes cada vez están menos al alcance d e las familias más pobres, y que ni siquiera disfrutaban de su derecho a una alimentación adecuada.
La investigación muestra que son 36 países -que acogen a más del 90% de los niños y niñas con mayor desnutrición en el mundo- los que están siendo más duramente golpeados por el incremento de los precios.
Los recortes en el presupuesto de las familias
Las familias más pobres se están gastando ya más del 80% de sus ingresos en comida, pero a medida que los precios suben, cada vez se ven más obligadas a recortar en los alimentos -como carne, verdura, lentejas o leche- que ayudan a sus hijos a crecer y mantenerse sanos.
Con el informe queremos hacer un llamamiento a los líderes mundiales para que aumenten urgentemente la financiación de la agricultura así como las reservas de alimentos en las zonas en mayor riesgo de inseguridad alimentaria.
Además, queremos que algunos países, particularmente Rusia, no establezcan barreras a la exportación que suponen una mayor subida en los precios.
Debemos despertarnos ante la crisis que ya está sucediendo
El récord que alcanzaron los precios de la comida en 2011 puso en riesgo la vida de más de 400.000 niños y niñas más y condujo a manifestaciones en las calles de muchos países. Sin los alimentos que necesitan, los niños pueden sufrir desnutrición crónica y crecer con una insuficiente desarrollor físico y psicológico. El mundo debe despertarse ante esta crisis y actuar para proteger a la infancia frente al hambre.
El precio global de los alimentos ha subido intensamente en los últimos meses – en julio de este año, el mijo y el trigo subieron un 25% a nivel global, una subida que se ve mucho más acentuada en los países en desarrollo. En Malaui, la subida del mijo fue de un 174% y en Mozambique de un 129%, por ejemplo.