
salud mental y suicidio:
acabemos con las largas listas de espera para la infancia y la adolescencia
La situación límite que viven familias como la de Noelia se tiene que terminar
Los psicólogos/as y psiquiatras están alarmados. En el último año, el número de niños, niñas y adolescentes con problemas de salud mental se ha disparado y no hay suficientes recursos para atenderlos.
Depresión, ansiedad, trastornos alimentarios, trastornos por déficit de atención e hiperactividad… La pandemia ha triplicado el número de trastornos mentales entre niños, niñas y adolescentes, según los datos de nuestro último informe “Crecer Saludable(mente)”. La situación empeora para la infancia y adolescencia que vive en hogares de bajos ingresos, con una probabilidad 4 veces mayor de sufrir este tipo de trastornos.
Largas listas de espera= más sufrimiento para niños, niñas y adolescentes
La saturación de los servicios de salud mental infantojuveniles provoca listas de espera de hasta dos meses para una primera cita en algunas Comunidades Autónomas. También existe un problema de calidad en la atención, que puede ser de hasta 3 meses entre visita y visita, con una duración muy corta.
En nuestro país el número de psiquiatras por habitante es de los más bajos en Europa y solo el 60% de los hospitales de la red pública cuenta con atención psicológica.
La dificultad para acceder a una atención especializada lleva a veces a que, desde la atención primaria, el sufrimiento emocional de los niños, niñas y adolescentes se trate de mitigar con medicación. España lidera el consumo mundial lícito de ansiolíticos, hipnóticos y sedantes.
Súmate y ayúdanos a exigir medidas al Gobierno y a las Comunidades Autónomas:
INFORME SOBRE SALUD MENTAL: ¿CÓMO SE ENCUENTRA LA INFANCIA ESPAÑOLA TRAS LA PANDEMIA?
La Covid-19 nos ha mostrado cómo de fácil es que nuestra salud física y mental se vea afectada de manera repentina, y la importancia de contar con un buen sistema público que dé respuesta a las necesidades de la población.
Los trastornos mentales han aumentado del 1,1% al 4% en niños, niñas y adolescentes o, según los datos recogidos en nuestro último informe “Crecer Saludable(mente)”. La situación empeora para la infancia y adolescencia que vive en hogares de bajos ingresos, con una probabilidad 4 veces mayor de sufrir este tipo de trastornos.