CÓMO IDENTIFICAR SI NUESTRO HIJO O HIJA
SUFRE ACOSO ESCOLAR
Hace una semana, una niña de 14 años se suicidó en Sevilla por acoso escolar. Su familia ha expresado en los medios de comunicación que había denunciado la situación de acoso escolar al centro en dos ocasiones para que se activara el protocolo contra el bullying.
En nuestro país, en el 2024 se detectó un total de 1.196 casos de acoso escolar en el 2024, según la Memoria de la Fiscalía General del Estado. Es la primera vez que se publica este informe, por lo que no se puede comparar con otros años y ver si la tendencia aumenta o disminuye.
Hemos hablado con nuestras compañeras Clara Burriel, especialista en violencia, y con Carmela del Moral, responsable de políticas de infancia, para conocer cómo actuar si nuestro hijo o hija sufre acoso escolar o es el agresor:
¿Existe diferencia entre el bullying y el tan manido “cosas de niños”?
Frases como “son cosas de niños, es mejor no meterse, tienen que aprender a resolverlo solos” o “esto siempre ha ocurrido y no pasa nada” ayudan a perpetuar una forma agresiva de relacionarse y legitimar la violencia.
Es importante que como padres y madres tengamos claro que las conductas agresivas para resolver conflictos se aprenden desde edades muy tempranas. Nuestro papel es estar alertas y actuar lo antes posible para reorientar esas conductas y comportamientos enseñando al niño o a la niña conductas positivas como el diálogo, la negociación, el respeto y la tolerancia. Por ello, y esto es especialmente relevante, debemos desterrar definitivamente el concepto de “chivarse” tan instaurado en nuestra cultura.
¿Cómo identificar el acoso escolar?
Los niños y niñas que sufren acoso escolar suelen no querer ir al colegio, preguntan si se pueden ir a otro centro, están tristes, con muchos cambios de humor, angustia y somatizan dolores. Si detectamos que nuestros niños y niñas muestran algunos de estos estados debemos hablar con ellos.
Encuentra un momento de intimidad y confianza para hablar, mantén la calma, dile que él o ella no es culpable de la situación y no le interrumpas. No debemos olvidar que ha actuado de la manera que ha podido y que lo que necesita ahora es apoyo y que la situación se aborde y termine.
¿Qué hacer cuando sospecho que mi hijo puede ser un acosador?
Si sospechamos que nuestro hijo o hija puede ser un acosador es importante acudir al centro educativo para consultar sobre su comportamiento, su actitud, sus relaciones y si fuera preciso, para que nos ayuden a gestionar las posibles dificultades de relación que pueda tener con sus compañeros. También debemos asumir que nuestro hijo o hija puede comportarse de manera distinta en el colegio o con sus amigos que como lo hace en casa.
Es normal que podamos sentir culpabilidad, pero lo importante es trabajar con nuestro hijo o hija para que el comportamiento no se repita y poner en marcha las medidas necesarias para acabar con la situación de acoso y no justificar cualquier cosa.
No podemos olvidar que los agresores son niños y niñas. Todas las intervenciones hacia estos niños y niñas deben ser desde la reeducación junto a sus familias y sus entornos.
La reeducación consiste en trabajar técnicas de empatía, de resolución de conflictos sin violencia y de tolerancia a la diversidad.
¿Qué papel tiene la escuela ante el acoso escolar?
La violencia contra la infancia es intolerable ya sea en casa o en la escuela y está en nuestras manos educar a los niños y a las niñas en la no violencia, en una ciudadanía digital responsable y ética, y en la tolerancia ante la diversidad.
La escuela debería ser siempre un espacio en el que niños y niñas se sientan seguros. Es necesario que los colegios contribuyan a cambiar los modelos de conducta basados en la violencia como mecanismo de resolución de conflictos. Además, deben contar con protocolos de detección y actuación adecuados y con la figura de Coordinador de Bienestar.
El coordinador o coordinadora de bienestar es la persona responsable de garantizar la seguridad, el bienestar emocional y la protección del alumnado frente a cualquier situación de violencia o vulneración de derechos en el centro educativo y de asegurar que se cumplan los protocolos y que ningún caso quede sin atención
¿Qué función tienen los protocolos contra el acoso?
Cada colegio o instituto tiene su propio protocolo de actuación frente al acoso escolar, que puede replicar o estar basado en un protocolo común establecido por su comunidad autónoma.
La cuestión principal, muchas veces, no es solo la existencia o no de protocolos, sino su implementación adecuada: sin una formación adecuada de los profesionales, y sin un conocimiento claro y compartido de los pasos que implica un protocolo por parte de todos los agentes implicados, los protocolos no funcionan.
Es esencial que haya una coordinación entre todos los agentes implicados en la comunidad educativa, familias, estudiantes, docentes y equipo directivo, pues todos tenemos una responsabilidad que debe ser adecuadamente establecida. Además, es necesario un compromiso claro con el bienestar en los centros educativos, en los que debe existir una tolerancia cero con la violencia.

En Save the Children hemos creado un curso para ayudar a los padres y madres a proteger a nuestros hijos e hijas. Puedes acceder al curso y también descargarte la Guía de actuación frente al acoso y el ciberacoso para padres y madres que hemos elaborado.