¿Qué son las transferencias de efectivo?

En la actualidad hay unos 250 millones de niños que viven en zonas afectadas por un conflicto y más de 100 millones de niños y jóvenes afectados por catástrofes naturales cada año, y que necesitan ayuda humanitaria. Las necesidades cada vez son mayores que los recursos disponibles.

Ante esta situación, los programas de transferencias de efectivo son una forma de ayuda más efectiva y eficiente, lo cual permite ayudar a más niños dando a sus familias dinero en lugar de alimentos, ropa o productos de higiene. Este tipo de programas va mucho más allá de darles simplemente dinero, son programas con una propuesta de valor muy amplia.

Más dignidad y poder de decisión

A través de los programas de transferencias de efectivo se da dinero a las familias afectadas por una situación de emergencia (conflicto o desastre natural como un tifón o un terremoto)para responder a las necesidades básicas de alimentación o salud, y en algunos casos les permite recuperar sus medios de producción (semillas y herramientas para plantar cosechas, reparación de barcas o medios de pesca...).  Además, las transferencias de efectivo empoderan a las familias afectadas permitiéndoles mantener la dignidad y dándoles la oportunidad de tomar sus propias decisiones a la hora de priorizar sus necesidades.

De esta manera, una familia podrá comprar medicinas para un niño enfermo mientras que otra podrá comprar mantas para protegerlos del frío. Quién mejor que las propias familias afectadas para saber cuáles son sus necesidades y las de sus niños. Hasta la fecha, el análisis del uso del dinero entregado, ha permitido constatar el buen uso del recurso que realiza la familia, siendo el principal destino la compra de alimentos y agua, recuperación de la actividad productiva y gastos en salud. 

Más eficaz y eficiente

Dar dinero a las familias afectadas suele ser mucho más barato que darles cosas como alimentos, mantas, productos de higiene, etc., ya que se reducen los costes de transporte, almacenaje y carburante. Numerosos estudios han demostrado que las transferencias de efectivo reducen en gran medida estos costes y son una forma de ayuda que responde a las necesidades básicas de las personas afectadas por una crisis humanitaria de una manera más eficiente y eficaz. 

Más rápido y transparente

El dinero se puede transferir a las familias en metálico o a través de tarjetas de débito y teléfonos móviles, proporcionados a las familias previamente. El uso de las nuevas tecnologías como las tarjetas o la telefonía móvil permite que las transferencias se hagan de una manera más rápida, eficiente, segura y transparente.

Efectos positivos en la economía local

Las familias gastan el dinero que reciben en los mercados locales para comprar alimentos y cubrir otras necesidades básicas; esto estimula la economía local produciéndose un efecto multiplicador. Es decir, el dinero recibido por las familias va a los negocios locales, traduciéndose en beneficios para éstos, que a su vez gastarán consumiendo productos y servicios o reinvirtiendo en sus propios negocios. 

 

LUCHANDO CONTRA LOS FALSOS MITOS

Se suele pensar que las familias no van a utilizar el dinero recibido en el bienestar de sus niños y lo van a malgastar en tabaco o alcohol. Sin embargo, se ha demostrado con hechos que las familias gastan el dinero para cubrir sus necesidades básicas.  

Las transferencias de efectivo no siempre es la modalidad de ayuda más apropiada. Por ejemplo, el dinero no puede sustituir intervenciones humanitarias como las campañas de vacunaciones de los niños o la protección de la infancia en situaciones de conflicto.  El dinero tampoco se puede comer si los mercados están desabastecidos y no se puede comprar comida. 

En Save the Children llevamos años trabajando con programas de transferencia en efectivo con unos efectos muy positivos en la infancia más vulnerable.