Madrid, 23 de agosto de 2018. El próximo 25 de agosto se cumple un año del comienzo de la escalada de violencia que tuvo lugar en Myanmar contra el pueblo rohingya. Como consecuencia de las persecuciones, asesinatos y violaciones que se produjeron, más de 700.000 rohingya, de los cuales la mitad son niños y niñas, han huido desde entonces a Bangladesh. Las condiciones de vida del campo de refugiados de Cox´s Bazar, ya de por sí precarias, se han agravado con la llegada de las lluvias del monzón las últimas semanas y tampoco existen condiciones de seguridad que permitan a los rohingya regresar a sus poblaciones en Myanmar. En la actualidad hay más de 6.000 niños y niñas rohingya no acompañados que viven en Cox's Bazar separados de sus familias, donde se enfrentan a una grave escasez de alimentos y corren un mayor riesgo de explotación y abuso.
Muchos niños y niñas han vivido en persona los horrores que se produjeron en aquellos días en Myanmar tanto con agresiones directas hacia ellos como siendo testigo de ataques y asesinatos de familiares y vecinos. Uno de cada dos niños rohingya que han llegado huyendo a Bangladesh sin sus padres quedó huérfano debido a la violencia brutal que se vivió en Myanmar. Durante aquellos días los soldados quemaron aldeas enteras, se produjeron masacres y mujeres y niñas fueron víctimas de violaciones. A pesar de la gravedad de lo sucedido, que ha llegado a describirse como limpieza étnica, crimen contra la humanidad e incluso como un posible genocidio, solo 7 soldados han sido llevados ante la justicia por los crímenes cometidos en Myanmar desde el 25 de agosto del pasado año. Marium tiene 11 años y escapó de su aldea con su padre y su hermana cuando fue atacada. En la huida su padre fue asesinado y ella recibió disparos en su pierna que la dejaron gravemente herida.
“Llevaba una camisa vieja. Me la quité y la até a la pierna de Marium, la cogí en brazos y escapamos de allí. Marium gritaba. No solo por el dolor de su pierna sino también por haber perdido a su padre”, cuenta Rafiq, el tío de Marium con el que vive ahora en el campo de refugiados de Bangladesh.
Save the Children lanza hoy una campaña en la que pide que se lleve ante la justicia a través de la Corte Penal Internacional a los responsables de las atrocidades cometidas contra el pueblo rohingya que incluyen violaciones graves contra la infancia en conflicto armado.
“Es necesario que la justicia actúe para enviar un mensaje al mundo que asegure que no volverán a repetirse crímenes tan graves como los que ha vivido el pueblo rohingya, especialmente los que han sufrido los niños y las niñas”, pide Andrés Conde, director general de Save the Children.
La organización pide al Ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Josep Borrell, que el Gobierno promueva acciones para asegurar la investigación de los crímenes cometidos en Myanmar por una instancia internacional e independiente, y que los responsables de estas atrocidades rindan cuenta ante la justicia internacional.
Sobre Save the Children
Save the Children es la organización independiente líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Trabaja en más de 120 países salvando vidas, proporcionando seguridad y protección a los niños y las niñas y defendiendo sus derechos en el marco de la Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas.
En España trabaja desde hace más de 20 años con programas de atención a los niños y niñas más vulnerables, centrados en la infancia en riesgo de pobreza o exclusión social. A través de sus programas en España, proporcionan una atención integral a los niños, niñas y sus familias para que la situación económica o de exclusión social en la que viven los niños no les impida disfrutar plenamente de sus derechos y puedan alcanzar el máximo de sus capacidades.