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La Garantía Infantil

Una resolución para que los países de la UE redoblen sus esfuerzos para combatir la pobreza infantil y las desigualdades sociales

Crecer en situación de pobreza puede limitar de forma drástica las oportunidades que tienen los niños y niñas de disfrutar de los derechos que les consagra la Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas. El martes 24 de noviembre, el Parlamento Europeo adoptó al completo el Informe sobre Pobreza Infantil y votó a favor de la Garantía Infantil que aparece en el párrafo 47 de dicho informe (569 votos a favor frente a 77 en contra y 49 abstenciones).

Según la Convención sobre los Derechos del Niño, se debería garantizar el derecho de todos los niños a la educación, la sanidad, la vivienda, el ocio y una alimentación equilibrada. Pero el creciente número de niños en situación de pobreza nos sirve como recordatorio constante de que todavía queda un largo camino por recorrer. Según Eurostat, en 2014, uno de cada cuatro niños está en situación de pobreza o en riesgo de exclusión social, es decir el 27,7% de los niños de los veintiocho países de la Unión Europea. A través de toda Europa, en Save the Children estamos siendo testigo de cómo la pobreza limita el acceso de los niños y las niñas a la educación, a la salud y a una dieta equilibrada, a una vivienda digna y a un entorno favorable y de protección

Es necesario que Europa lidere la lucha contra la pobreza infantil, abordando este reto con una perspectiva de derechos de infancia y un enfoque transversal e integrador. Sólo de esta forma se garantizará a los niños y niñas sus derechos a la no discriminación, a ser escuchados, el acceso a sanidad, a la protección y a las actividades de ocio. 

Esta Garantía Infantil como parte de un plan integrado europeo de lucha contra la pobreza infantil ha sido aprobada. No obstante, el fondo específico previsto ha sido bloqueado por el momento con 368 votos en contra. En Save the Children pedimos a la Unión Europea que la Garantía Infantil esté dotada de un fondo propio específico lo antes posible, para permitir la aplicación y desarrollo de medidas concretas para erradicar la pobreza infantil y la exclusión social. 

Además debe ser vista como una herramienta a largo plazo que ofrecerá igualdad de oportunidades a toda una generación, así como un apoyo a padres y madres para que salgan de las situaciones de exclusión social en que viven y para que logren integrarse en el mercado laboral.

Invertir en los niños y las niñas, y en su bienestar no es solo una obligación moral, sino también una prioridad económica y social. Creemos que sólo invirtiendo en infancia será posible romper el ciclo de la pobreza. Invertir en infancia es la inversión social más rentable, influye en el presente y en el futuro de los niños y en los avances de la sociedad en la que viven.