
¿Qué te llevarías?
la historia de Olha
Los oímos. Corrimos al baño en un segundo, para escondernos siguiendo la regla de los dos muros. Y cuando oímos la primera explosión, luego la segunda y la tercera, bajamos al refugio. Decidimos bajar porque toda la casa temblaba, todo se caía y se derrumbaba. Pensamos que las paredes habían desaparecido por la explosión. Entramos en pánico."

Olha*, de 42 años, vive con su hija Arina*, de 12, y las gemelas Kateryna* y Yevhenii*, de 5, en Dnipro (Ucrania). La madre de Olha también vive con ellos. Su piso resultó dañado por un ataque con misiles el 29 de diciembre de 2023. El edificio en el que viven estaba a sólo 200 metros de donde impactó el cohete.
“Nuestra casa temblaba. Daba miedo. Los misiles pasaban volando”, recuerda Olha. Los niños estaban asustados y gritaban “Vuelan cohetes, vuelan cohetes”. “Esto significa que entienden lo que es. Una alarma aérea implica que inmediatamente nos escondemos detrás de 2 paredes. Si hay muchas explosiones, bajamos”, explica.

Cuando la situación se volvió más segura, la familia regresó al piso y descubrió que las ventanas estaban rotas. Había grietas en el techo y el piso estaba lleno de agujeros. La temperatura bajó rápidamente y tuvieron que abrigarse de inmediato.
Olha llamó a un capataz que logró hacer algunos arreglos, “para poder vivir en la casa de alguna manera”. Pero los desperfectos son grandes y, por ejemplo, si sopla el viento, las ventanas pueden salir volando. Su hogar está en estado de emergencia.

Mientras Olha tramitaba la ayuda en metálico, Kateryna y Yevhenii pudieron jugar con el personal de Save the Children en una zona especial habilitada para niños y niñas.
“Mientras nuestro equipo económico registra a las personas afectadas para que reciban ayuda en efectivo, yo me encargo de otra parte de nuestro trabajo. Estoy aquí para encontrar a las familias con niños y preguntarles si necesitan algo más aparte de la ayuda en efectivo. Por ejemplo, si necesitan expedir o restaurar documentos, obtener copias u obtener un estatus especial [un niño huérfano o un niño privado del cuidado de sus padres]. Les encontramos y buscamos los casos que pueden pertenecer a nuestro programa de gestión de casos y los asistimos durante mucho tiempo”, explica Serhii, Oficial de gestión de casos de Save the Children. Ambos equipos, el de dinero en efectivo y el de gestión de casos, trabajan estrechamente para conocer mejor las necesidades de las familias y atender rápidamente a los niños y niñas.

Ahora, Olha y su familia van a poder reparar el apartamento gracias a la ayuda en metálico: “Queremos vivir en un piso normal, como antes”.

*Se han cambiado los nombres para proteger la identidad.