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Detectando la desnutrición a tiempo

Diariamente la desnutrición mata a miles de niños en todo el mundo. Esta enfermedad, que se puede prevenir, es una de las principales causas de muerte de niños y niñas menores de cinco años.

Es muy difícil imaginarse esta situación. Donde vivimos siempre parece que tenemos los recursos suficientes para alimentarnos a nosotros y a nuestros hijos con una dieta nutritiva y contamos con atención médica de buena calidad si nuestros hijos enferman. Pero para muchas familias simplemente no hay suficiente para que todos coman.

Nosotros trabajamos para tratar a los niños y niñas que sufren desnutrición aguda. Aunque ésta sea una parte muy importante de nuestra intervención, no nos dedicamos solo a salvar vidas, sino que comprobamos constantemente el progreso de los niños y niñas para asegurarnos que no caigan en un ciclo de enfermedad-recuperación-enfermedad. 

Además, no solo tratamos a los nuños desnutridos, sino que abordamos las causas de desnutrición. Trabajamos con las madres antes de que se queden embarazadas para que estén sanas y puedan dar a sus bebés una correcta nutrición desde el primer momento. También trabajamos junto a las familias, comunidades y gobiernos para sensibilizarlos, acompañarlos y así poder ver a los niños y niñas alcanzar su máximo potencial.

Luchando contra la desnutrición en Mauritania

Unos 120.000 niños y niñas menores de cinco años sufren desnutrición aguda en Mauritania como consecuencia de la crisis alimentaria que sufre el país debido a las recurrentes sequías de los últimos años. Una situación tremendamente difícil para la infancia más vulnerable que pone en peligro el futuro de los niños y niñas.

El trabajo que realizamos en Mauritania tiene mucho que ver con la prevención en los meses donde se producen más casos de desnutrición. Mientras se realizan las transferencias de efectivo a las beneficiarias del programa, se realiza una monitorización a los niños y niñas para asegurarnos que no sufren desnutrición.

Para ello usamos los MUAC, unas pequeñas cintas de medición que sirven para evaluar el estado nutricional de niños y niñas de seis meses a cinco años. Son muy sencillas de usar: se determina la edad del niño, se coloca la cina alrededor del brazo izquierdo y se mide la circunferencia. En cada banda hay distintas zonas con distintos colores que nos ayudan a determinar si hay o no algún riesgo.

 

Los primeros 1.000 días

Los primeros mil días es el periodo que va desde el comienzo del embarazo de una madre hasta que el niño o niña haya cumplido dos años. A este periodo se le conoce como la "ventana de oportunidad" para la nutrición ya que, lo que pase en este periodo, será determinante para el futuro del niño. Si no reciben suficientes nutrientes en estos primeros 1.000 días, no crecerán ni desarrollarán su cerebro y sistema inmunológico correctamente.

Las madres embarazadas, y durante la época lactante, son especialmente vulnerables a tener deficiencias en micronutrientes como el hierro, la vitamina A o zinc, que son las vitaminas más necesarias para los bebés en crecimiento. Si una madre está desnutrida, es mucho más probable que su hijo nazca de manera prematura o con desnutrición. Este daño es irreversible.

El retraso en el crecimiento puede llevar a una baja estatura y se asocia con muchos efectos negativos como el bajo rendimiento en la escuela, la obesidad en edad adulta y menores posibilidades de tener un futuro digno. 

Los primeros 1.000 días no son solo un problema de salud, sino del futuro de los niños, sus familias y todo el país. Por eso nosotros trabajamos luchando contra la desnutrición. 

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