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El monstruo que robaba el agua en Mauritania

Vivir sin agua, esa es la situación de las personas que viven en Mauritania. Sin agua con la que beber, con la que cocinar, con la que asearse, con la que regar, con la que dar de beber a los animales. Toda tu vida está en torno al agua. Los que niños tienen que hacerse todos los días varios kilómetros hasta llegar al pozo más cercano y cargar con agua, muchas veces hacen eso en lugar de ir a la escuela. Las mujeres cocinan lo poco que tienen y administran los alimentos para toda la familia. Los hombres que no han emigrado a las grandes ciudades, se pasan el día entero buscando pasto para sus animales (o los de cualquier otra persona).

En Mauritania solo llueven unos meses al año y, lo que pase durante esa corta época, será lo que les condicione el resto del año. Este año no ha habido suerte, ya que la falta de lluvias en los meses de verano, unido a las recurrentes sequías de los pasados años, está provocando un agravamiento de la crisis alimentaria en el país.

Se estima que actualmente 350.000 personas están en situación de inseguridad alimentaria. Los menores de cinco años, las mujeres embarazadas y los bebés lactantes son los más vulnerables ante esta situación. Más de 120.000 niños y niñas y 45.000 embarazadas y lactantes sufren desnutrición.

La historia de Aisha

Aisha vive en Mauritania y, cuando la conocimos, nos contó un cuento que le contaba su abuelo: el del monstruo que robaba agua a los niños y las niñas que no la cuidaban. La historia de Aisha era difícil contar con palabras, así que hemos preparado este vídeo de realidad virtual para contarlo mejor.

 

 

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Una situación de emergencia

El comienzo de la temporada de lluvias se ha producido antes de lo habitual este año y ha venido seguido de un largo periodo sin lluvia, lo que ha provocado la pérdida de cosechas y un empeoramiento de la situación de las áreas rurales y hogares con menos recursos. La disminución de la producción agrícola ha supuesto la pérdida de ingresos para muchas familias, que unido a la falta de acceso regular y adecuado al agua está provocando problemas de salud y nutrición que afectan especialmente a los niños y niñas más pequeños.

Muchas familias han tenido que cambiar sus hábitos alimenticios y reducir el número y la frecuencia de las comidas. En algunos casos las raciones se han reducido a la mitad y a una sola comida al día. Esta situación es especialmente grave en el caso de los niños más pequeños que tienen muchas probabilidades de sufrir desnutrición.

Esta es una historia real de cómo actuamos cuando nos encontramos casos de desnutrición aguda que necesitan ser tratados en centros sanitarios.

 

Trabajando en la prevención

Trabajamos apoyando a las familias de las comunidades más afectadas por la crisis en la región de Brakna y Gorgol mediante el reparto de transferencias de efectivo y harinas enriquecidas. También nos aseguramos que os niños y niñas de las zonas más vulnerables no sufran desnutrición realizando controles periódicos y sensibilizando a la población sobre qué hacer en estos casos.

 

Esta intervención busca prevenir que se produzcan más casos de desnutrición y se basa en estas acciones específicas:

 

Es necesario actuar en este momento para que la ya deteriorada situación de crisis en el Sahel, que afecta entre otros países a Mauritania, no siga agravándose. Para el año en curso, esperamos poder apoyar a más de 6.000 hogares vulnerables. Además, 1.900 familias se beneficiarán también de una intervención integrada a través de la distribución de semillas, cabras, kits de higiene y la mejora de los sistemas de irrigación.

Llegando hasta el último niño y niña

Desde 2006 estamos presente en Mauritania desarrollando programas de protección infantil en las ciudades de Nouakchott y Nouadhibou. Desde 2012, con la deteriorada situación en la crisis del Sahel, respondimos para paliar la crisis nutricional que afecta gravemente a la vida de los niños y las familias en las regiones mauritanas de Gorgol y Brakna.

Estas situaciones de crisis hacen que se incrementen actividades como el trabajo y el matrimonio infantil o la movilidad de los menores. Los niños y las niñas se están viendo expuestos a peligros como el tráfico de personas, la violencia o la explotación y privándoles de derechos, como el derecho a la educación.

Nosotros no vamos a dejar de trabajar por la infancia en Mauritania cuando más nos necesitan. Si puedes ayúdanos haciendo una donación.

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