Violencia-intrafamiliar

Violencia intrafamiliar
un termino mal utilizado

  

¿Por qué no decimos violencia intrafamiliar?

Cuando se habla de violencia intrafamiliar, es esencial aclarar el tipo de violencia al que nos referimos y que colectivo queremos proteger. Por ejemplo, en el caso de Save the Children tenemos muy claro que preferimos hablar de violencia contra la infancia en el ámbito familiar, si se produce cualquier acto violento contra un niño o una niña por parte de algún miembro de su familia.

Además, es esencial explicar por qué un término tan genérico como “violencia intrafamiliarno es el adecuado para plasmar la realidad de la violencia en las familias. En si no es suficiente para explicar que ocurre dentro de las familias y las causas que están detrás de los diferentes tipos de violencia que se generan en un núcleo familiar. Lo más correcto es hablar por separado de los tipos de violencia (de género, hacia los menores, o hacia los mayores, etc.), porque utilizando solo violencia intrafamiliar el riesgo es invisibilizar las especificidades dentro de las familias.

Violencia contra la infancia en el ámbito familiar

En el caso de nuestra organización, estamos convencidos de que es necesario poner el foco en la realidad de muchos niños y niñas que sufren la violencia a diario en su entorno familiar, y visibilizar sus historias, debido a que no hay muchos datos a los que se pueda hacer referencia. Y para ello es necesario también referirnos a la violencia contra la infancia en el ámbito familiar en lugar de violencia intrafamiliar. Además, las violencias en el ámbito familiar pueden ser diversas, desde el abuso sexual a la negligencia.

Tipos de maltrato infantil en el ámbito familiar

Una forma específica de violencia contra la infancia en el ámbito familiar es el maltrato. Cuando hablamos de maltrato, nos referimos a cualquier tipo de acción u omisión no accidental ejercida por padres, madres o cuidadores principales que provoca un daño en el bienestar físico, emocional y psicológico de niños, niñas y adolescentes, perjudicando su desarrollo.

Nos hemos alejado de la violencia intrafamiliar, para poder abordar más de cerca el problema del maltrato en el entorno familiar. Definido lo que es, pasamos a determinar qué tipos de omisiones o acciones se consideran como maltrato. Existen dos dimensiones principales de maltrato:

• Activo-pasivo: en función de si se requiere o no acción del agresor sobre la víctima.

• Físico-emocional: en función de si se ejerce emocionalmente o corporalmente.

Formas de maltrato infantil

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A partir de estas dos dimensiones podemos distinguir:

  1. El maltrato físico activo, o sea acciones no accidentales por parte de padres o cuidadores que provoquen consecuencias físicas o causen enfermedades (o le coloque en grave riesgo de padecerlas) al niño o niña.
  2. La negligencia física es una situación en la cual las necesidades físicas y cognitivas fundamentales del menor no son atendidas temporal o permanentemente por parte de sus cuidadores principales.
  3. El maltrato o abuso emocional es el uso de agresiones verbales reiteradas en forma de insulto, desprecio, crítica o amenaza de abandono, así como el constante bloqueo de las iniciativas de interacción infantiles, que pueden ir desde la evitación hasta el encierro o confinamiento.
  4. La negligencia emocional, que se refiere a la falta constante de respuesta a las señales, expresiones emocionales y conductas que buscan la proximidad y el apego iniciadas por el niño o niña, y la falta de iniciativa de interacción y contacto por parte de los padres o cuidadores principales.

Factores de riesgo en casos de violencia contra la infancia

Existen determinados factores de riesgo que aumentan la probabilidad de que se produzca esta forma de violencia contra niños y niñas en un núcleo familiar (como dicho, la mal denominada violencia intrafamiliar).

Existen 4 niveles de factores de riesgo y protección:

  1. Individuales: son los aspectos propios de un individuo, como pueden ser la personalidad, el estado de ánimo, etc. Son importantes tanto para agresores como para las víctimas.
  2. Familiares: el contexto familiar inmediato en el que se producen las interacciones entre los niños, niñas o adolescentes y sus cuidadores.
  3. De la comunidad: que se refiere a la estructura social formal e informal en que está inmersa la familia.
  4. Culturales: los aspectos culturales en la que se enmarcan la comunidad, la familia y el individuo, y que sirven como referencia para interpretar el resto de niveles.

Ninguno de estos factores por sí mismos determinan que se vaya a producir maltrato, pero sirven como aspectos sobre los que es posible trabajar para terminar con esta forma de violencia en la familia.

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Nuestro trabajo en defensa de los menores que sufren violencia

Desde Save the Children trabajamos para acabar con todas las formas de violencia contra los niños y niñas incluyendo la violencia física, sexual y emocional que ejercen los adultos dentro y fuera del hogar. Intentamos reforzar los sistemas de protección de la infancia, tratamos de garantizar su acceso a la justicia y damos siempre voz a sus testimonios.

Además, nuestra organización aposta por el ejercicio del cuidado de los hijos e hijas basado en los principios de atención, orientación, reconocimiento, potenciación y educación sin violencia. Para ello promovemos la adopción por las administraciones públicas de las medidas legislativas, administrativas, políticas y financieras adecuadas para crear las condiciones necesarias para el ejercicio de la parentalidad positiva. Al mismo tiempo asesoramos a las familias para que tengan las herramientas para desarrollar una crianza basada en el afecto y el cariño, alejada de cualquier forma de violencia.