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Votaciones Infantiles

La importancia de la incidencia política y la participación infantil

Hace un mes arrancaba una precampaña electoral que muchos esperaban novedosa por la llegada de nuevos partidos políticos, la expectación de los debates de televisión y nuevas herramientas de propaganda.

Pero para Save the Children era muy importante que hubiese una novedad más. Era necesario que, por primera vez, los niños y niñas estuviesen presentes en la campaña como protagonistas de los programas políticos y los discursos de los candidatos. Que se hablase de la infancia, de los problemas que les afectan y de cómo enfrentarlos. Porque lo que los políticos deciden afecta directamente a la infancia.

Así surgió la Campaña Votaciones Infantiles

Por ese motivo decidimos empezar por el principio y darle la oportunidad de hablar a ese grupo de ciudadanos que nunca será seleccionado para llevar su pregunta al programa de televisión con el candidato o cuya opinión no se consultará en ninguna encuesta. Le dimos la oportunidad a un grupo de niños y niñas de lanzar a los principales líderes políticos la pregunta que nadie más que ellos iban a hacer: “En este país somos más de 8.300.00 niños. Si pudiéramos votar, ¿te importaríamos más?”

 

Y con sus preguntas debajo del brazo nos reunimos uno a uno con todos los líderes políticos para saber qué piensan hacer, en el caso de ser elegidos, para solucionar los problemas que millones de niños enfrentan cada día. Qué van a hacer por Ale, la niña que acude cada mañana al colegio sin desayunar, por los niños que apenas ven a sus padres porque salen tarde de trabajar, por el joven que sufre acoso escolar o por todos esos niños y niñas que están llegando a Europa escapando de la guerra y la violencia.

Los líderes políticos respondieron y mostramos las entrevistas en la web Votaciones Infantiles. Desde entonces hemos estado reclamando la presencia de la infancia en los programas y hemos seguido muy de cerca la aparición y el desarrollo de las medidas para la infancia en los distintos programas políticos.

Ver entrevistas

En nuestra web publicamos un análisis de las propuestas por temática y la posición de cada partido sobre ellas

Ver análisis

 

La política es importante para la infancia

Muchos podrán pensar que no se debe mezclar la infancia con la política, pero nosotros creemos que la incidencia política es una fuerte herramienta para cambiar las situaciones de desigualdad que existen y proteger a los menores.

Queremos un mundo donde los poderes públicos adopten medidas políticas y económicas que garanticen la protección y el cumplimiento de los derechos de los niños. Para garantizar que así sea trabajamos con administraciones públicas, instituciones, actores políticos y jurídicos participando en los procesos legislativos y haciendo propuestas y recomendaciones a quienes tienen el poder y la responsabilidad de tomar decisiones que afectan a la infancia. El año pasado ayudamos a 18 países a cambiar sus políticas o leyes para hacer de los derechos de los niños una realidad cada vez más extendida.

 

Los niños tienen derecho a ser escuchados

En ocasiones pensamos que los niños no saben lo que quieren, no tenemos por qué meterles en política, que deben centrarse en otras cosas, que hablar de política es adoctrinarles. Pero conforme a la Convención de los Derechos del Niño, el artículo 12 dice lo siguiente:

Derecho a expresar su opinión y a ser escuchados  
Todos los niños y niñas tienen derecho a expresar libremente su opinión en todos los asuntos, y a ser escuchados en los temas que tengan que ver con ellos. Los niños y niñas tienen derecho a ser escuchados en procedimientos judiciales o administrativos que les afecten.

Los adultos tienen muchas obligaciones frente a los niños, pero escucharles es una de ellas. Los niños son conscientes de la realidad que viven. Saben que algunos compañeros de clase no han podido desayunar o no pueden ir de excursión, que no tienen libros para hacer los deberes o que sufren acoso en la escuela. Puede que no utilicen los mismos términos que los adultos, pero hablan de una misma realidad. 

Que un niño opine no signifique que se le esté adoctrinando, sino que lo que hacemos es crear un mecanismo adecuado a su edad que le deje opinar sobre su situación actual y la que le rodea. 
En Save the Children creemos en la importancia de dar la oportunidad a los niños y las niñas de expresar su opinión y ser escuchados.
 

En España 1 de cada 3 niños está en riesgo de pobreza o exclusión social, el abandono escolar temprano duplica a la media europea, están expuestos a distintas formas de violencia y ven vulnerados sus derechos en muchas ocasiones. Por eso desde Save the Children hemos elaborado la Agenda de la Infancia, una serie de medidas políticas que tienen como objetivo promover el reconocimiento, la garantía y la protección de los derechos de niños y niñas.

Creemos que es necesario que la infancia tenga un lugar prioritario en la actividad política y en el debate social de la próxima legislatura y ponemos nuestra experiencia en materia de infancia a disposición de todos los grupos políticos.

Las elecciones generales son por tanto el momento adecuado para mezclar política e infancia, es decir, para pedir a los políticos que se comprometan. Por eso planteamos las Votaciones Infantiles.

Un día de votaciones junto a los niños

Como parte de la campaña Votaciones Infantiles hicimos un pequeño ejercicio de participación infantil en varios centros escolares donde habitualmente trabajamos.

En todos ellos las educadoras y educadores trabajan las metodologías participativas de manera habitual, y eso es algo que rápidamente se nota cuando se lleva adelante una experiencia como la que vivimos.

El grupo de niños y niñas que participaron tenían entre 10 y 12 años. Trabajaron junto a las educadoras en los días previos a la votación el tema de la participación, la democracia y, más concretamente, cómo es el funcionamiento de unas Elecciones Generales.  El día de las votaciones teníamos a un grupo de niños y niñas deseosos de ser protagonistas de una acción que les daba el protagonismo que como niños y ciudadanos se merecen, pero pocas veces tienen. 

Fue emocionante ver cómo atendían a la proyección de un video donde los distintos líderes políticos respondían a las preguntas de otros niños explicando sus propuestas para atender o solucionar problemas como la pobreza infantil, la conciliación, el acoso escolar o la crisis de refugiados. Fue sorprendente escuchar a los líderes políticos hablar de temas de infancia y para la infancia. Fue ilusionante ver a los niños escuchar tan atentos hasta el final la proyección para después lanzar también sus preguntas. A falta de contar en persona con los líderes, el grupo de escolar lanzó sus preguntas al resto de compañeros y a las educadoras. Los niños y niñas querían saber por qué ellos no pueden votar en las Elecciones Generales si existe un derecho de la infancia que les reconoce su derecho a participar. Querían saber también si su ejercicio de participación en las votaciones infantiles iba a llegar a oídos de los líderes políticos, si ellos escucharían lo que tenían que opinar. Y sobre todo, querían saber por qué no podían valer sus votos en las urnas de Save the Children lo mismo que los de los mayores el día 20 de diciembre si “todos somos iguales y tenemos derechos”.

A continuación llegó el momento de organizarse. Los niños sabían perfectamente qué necesitaban para dar comienzo a unas elecciones y lo hicieron. Se eligió a los miembros de la mesa electoral y la presidencia y los vocales ocuparon sus puestos. Mientras tanto los demás niños y niñas se dirigieron a las cabinas de votación e hicieron cola para poder entrar y elegir su voto de manera privada. 
 

Dentro de la cabina los niños disponían de tarjetas de colores que identificaban los partidos de los líderes a quienes habían escuchado previamente. Cada vez que la cortina de la cabina se abría aparecía un niño o una niña sonriente con el sobre que contenía su voto y se dirigían muy ilusionados a la mesa de votación. Allí, con sus carnés de identidad o de la biblioteca se identificaban ante los vocales que buscaban su nombre en la lista y anotaban que había ejercido su derecho al voto. A continuación llegaba el momento más esperado por todos. El presidente de la mesa movía su mano para destapar la urna, nombraba con una seriedad y solemnidad que emocionaban a quien iba a votar y tras el “Sonia vota” o “Kevin vota” que correspondiese llegaba el momento de ver cómo introducían su sobre en la urna sin dejar de sonreír un solo segundo.

 

Llegados a este punto queremos parar un momento y pedirte que intentes volver la vista atrás para recordar algún instante de tu infancia donde te pidieron tu opinión sobre algo que te afectaba o te importaba mucho. Puede ser sobre el destino de las vacaciones de aquel verano de tus 10 años, sobre cómo llamar a ese bebé que estaba a punto de llegar a la familia, sobre cómo decorar tu habitación o tu opinión cuando vivisteis un momento difícil en casa. ¿Cómo te sentiste entonces? ¿Puedes entender la ilusión que sintieron todos estos niños y niñas al ser protagonistas de algo que decide muchos aspectos de su vida? No solo por estar viviendo en primera persona un ejercicio de participación, sino porque por primera vez los políticos han hablado para ellos en todos los sentidos. Han hablado de las cosas que les pasan hoy a los niños y han tratado de hacerlo en un lenguaje que ellos pudiesen entender.

Los niños importan

Más allá del resultado o el recuento de los votos que estos niños y niñas introdujeron en las urnas de las votaciones infantiles, nuestro objetivo era hacer visibles y protagonistas a la infancia en estas elecciones. Porque los niños no tienen derecho a votar, pero sí a participar y a ser escuchados en aquellos temas y asuntos que les afectan. Y son muchos.
El gran ganador de las Votaciones Infantiles ha sido la infancia, que por fin se ha empoderado y ha reivindicado el papel que siempre ha debido tener en la política.

 

Después del 20 de diciembre seguiremos trabajando para que los políticos no olviden que también gobiernan para los niños y las niñas. Que sus opiniones deben ser escuchadas, sus necesidades tenidas en cuenta y sus problemas atendidos. Especialmente los de aquellos que viven en una situación más vulnerable. Contamos contigo para ayudarnos a lograrlo.

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