
UN AÑO JUNTO A LOS NIÑOS Y NIÑAS ROHINGYA
El próximo 25 de agosto se cumple un año del comienzo de la escalada de violencia que tuvo lugar en Myanmar contra el pueblo rohingya. Como consecuencia de las persecuciones, asesinatos y violaciones que se produjeron, más de 700.000 rohingya, de los cuales la mitad son niños y niñas, han huido desde entonces a Bangladesh. Las condiciones de vida del campo de refugiados de Cox's Bazar, ya de por sí precarias, se han agravado con la llegada de las lluvias del monzón las últimas semanas y tampoco existen condiciones de seguridad que permitan a los rohingya regresar a sus poblaciones en Myanmar.
NIÑOS Y NIÑAS QUE LO HAN PERDIDO TODO
En la actualidad hay más de 6.000 niños y niñas rohingya no acompañados y separados que viven en Cox's Bazar, donde se enfrentan a una grave escasez de alimentos y corren un mayor riesgo de explotación y abuso.
Muchos niños y niñas han vivido en persona los horrores que se produjeron en aquellos días en Myanmar tanto con agresiones directas hacia ellos como siendo testigo de ataques y asesinatos de familiares y vecinos. Uno de cada dos niños rohingya que han llegado huyendo a Bangladesh sin sus padres quedó huérfano debido a la violencia brutal que se vivió en Myanmar. Durante aquellos días los soldados quemaron aldeas enteras, se produjeron masacres y mujeres y niñas fueron víctimas de violaciones.
Hace un año nuestros equipos vieron a los niños y niñas llegar a Bangladesh solos, angustiados, hambrientos y tan exhaustos que no podían ni hablar. Establecimos espacios seguros para que pudieran recibir apoyo las 24h del día mientras buscábamos a sus familias.
Los niños y niñas que viajan solos son extremadamente vulnerables y han tenido que sobrevivir a la vida en los campamentos, sin su familia, en un lugar donde son corren riesgo de caer en redes de tráfico, matrimonio precoz y otras formas de explotación. Esta es la consecuencia de un sangriento conflicto donde los civiles han sido atacados y asesinados de forma masiva.
Un trabajo que debe continuar
En el último año hemos llegado a más de 350.000 niños y niñas, muchos de ellos huérfanos. Hemos establecido casi 100 espacios seguros dando a casi 40.000 niños un lugar donde jugar, recuperarse y volver a ser niños. También contamos con progamas de protección, acceso a la educación, salud, alimentación, agua y saneamiento.
Nur* tiene 11 años y nació con un problema de sordera parcial. Él nació en Myanmar pero tuvo que huir cuando su aldea fue atacada. Su madre fue asesinada y su padre fue llevado a prisión.
Una persona le encontró cuando estaba solo y llorando. Ella le llevó a Bangladesh y vivieron un viaje lleno de peligros. Ahora vive con ella y va a las actividades dentro del espacio seguro donde juega con otros niños. Le gusta mucho pintar.
A veces tiene convulsiones. Se hace pis por las noches. Pero cuando estoy con él está mucho más tranquilo"
Ha pasado un año desde que estos niños y niás perdieron su infancia. El mundo no ha conseguido responsabilizar a los responsables de estos ataques violentos. Nosotros, una vez más, estaremos al lado de la infancia haciendo lo que sea necesario para que tengan derecho a tener un futuro feliz.