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¿Cómo son los abusos sexuales a menores?

Pensar en un niño o niña siendo víctima de un abuso sexual es algo que nos estremece. Nos hace cerrar los ojos, mirar a otro lado, intentar que ninguna imagen se cuele en nuestro cerebro. Es algo que definitivamente nadie queremos vivir, que lo vivan ningún pequeño que esté cerca nuestra y en definitiva, que ningún niño o niña tuviera que vivir.

Los abusos sexuales son una de las peores formas de violencia que existe contra la infancia. El simple hecho de que un adulto engañe a un niño para acercarse a él con un objetivo sexual es algo terrible. Sin embargo, entre un 10 y un 20% de la población ha sido víctima de abusos sexuales en la infancia. 

Lo peor no es la cifra de niños y niñas que han sido víctimas de abusos sexuales, sino que esa cifra solo es la punta del iceberg. Se estima que solo el 15% de los casos de abusos son denunciados y, generalmente, con un final bastante amargo. 

¿Sabemos cómo son los abusos sexuales?

El abuso sexual es una manipulación de niños, niñas y adolescentes, sus sentimientos, debilidades o necesidades, basada en una desigualdad de poder. Tiene como objeto una parte íntima y altamente sensible de las personas, su sexualidad, en un momento en el que está en desarrollo y en el que aún no se tienen las capacidades necesarias para entender las implicaciones de lo que está pasando.

Si no hay fuerza de por medio, la clave que hace que un niño o una niña no se resista o no grite, o que, incluso, colabore o participe activamente, es la desigualdad de poder existente entre ese menor de edad y el perpetrador, alguien con mayores habilidades para manipular la situación, con más conocimiento sobre lo que está pasando o del que, incluso, el menor de edad puede depender ya sea emocionalmente (como por ejemplo un familiar) o para lograr algo que necesita o quiere (atención y aprobación, regalos, el aprobado de un profesor…). 

El 72,7% de la población considera que si algún niño o niña de su entorno sufriera abusos lo sabría. ¿Tú crees que lo identificarías? 

Ponte a prueba

 

¿Cómo es posible que siga habiendo abusos sexuales?

En 2016 hubo 4.056 denuncias por delitos contra la libertad sexual de menores de edad, como pornografía, prostitución y sin incluir violaciones. Los abusos se repiten y sin embargo parece la que situación de la infancia no mejora. El año pasado publicamos el informe "Ojos que no quieren ver" donde ya se identificaban los principales fallos que existían de cara a prevenir, evitar y descubrir los abusos sexuales. 

Prevenir los abusos sexuales debería ser siempre la solución. Pero una vez que se produce el abuso sexual encontramos algunas situaciones que hacen que la situación de abuso sea todavía peor. 

 

  • El miedo a contar un abuso


    De media un niño o niña sufre abusos sexuales durante 4 años.

    Ver la historia de Joan

  • Los abusos son ignorados


    Un 70% de las personas que sufireron abusos aseguran que se lo contaron a alguien.

    Ver la historia de Lucía

  • El sistema falla a las víctimas


    Solo un 30% de los casos que son denunciados llegan a juicio oral.

    Ver la historia de Sofía

  • Los delitos prescriben


    Generalmente cuando el niño o niña decide denunciar, el delito ha prescrito.

    Ver la historia de Toni

 

NECESITAMOS MEDIDAS que proteja a los niños y niñas

Es urgente proteger a los niños y niñas de todos los tipos de violencia a través de la prevención y la sensibilización y poner al servicio de la infancia víctima de violencia mecanismos de denuncia y reparación de los daños ocasionados. Solo se esta forma conseguiremos que la situación de miles de niños y niñas cambie.

Únete a nosotros para y pídele al Gobierno de España que ponga en marcha una serie de medidas que ayuden a prevenir, detectar y denunciar los abusos sexuales. Firma nuestra petición.

 

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